domingo, 12 de septiembre de 2010

Un mal día soñado

Y todos los días la misma rutina. Estoy tan cansada. Solo se ven y oyen problemas por allí y por aquí...


Como anoche dejé el coche en el trabajo, a la hora de volver a casa no he tardado mucho. No me he fijado a la hora que llegué, pero no más de las nueve menos cuarto.

He puesto comida y agua a Lukas y Misery. Les he limpiado los truñacos y barrido un poquillo los pelos que van dejando por ahí.

Finalizada la labor doméstica, he abierto el sofá para iniciar lo que se llama intento por dormir. Es casi misión imposible; los fuertes golpes del vecino de arriba, los ruidos del exterior y la loca de enfrente, que cuando no grita por una cosa grita por otra, eso sí, si es para ponerme "verde" bien que habla bajito, lo que pasa que no se debe haber dado cuenta que quien es de oído duro es ella, el mío va bastante bien.

Y justo hoy toca el tapizador, dando vueltas por el barrio con su estupendo megáfono, así pues, decido renunciar a dormir y me visto para bajar a hablar con el tapizador, pero no para que se calle porque sería absurdo, sino para pedir que suba a casa y vea el sofá y me dé un presupuesto para tapizarlo, y es que los gatos lo tienen destrozado.

Subimos hasta casa, abro la puerta y Lukas y Misery no reciben muy bien la visita del hombre. Él no se queja de los gatos pero me doy cuenta con perfecta claridad que no le gusta su presencia. A los pocos minutos, el señor comienza a explicarme cómo se haría y sin que terminase de hablar, Misery se le acerca, le bufa y hace amago de tirarse a su pierna, por lo que el señor le arrea una patada... y ahí es cuando yo exploto. Cogí el cuchillo de sierra que tengo al lado del microondas y se lo clavé repetidas veces en cada ojo.


Enseguida desperté y me puse a llorar. Lukas y Misery vinieron a mi lado, aunque eché en falta a Javi.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Otra puntilla

Como no sé si reírme, llorar o gritar... mejor lo dejo aquí escrito que no es mala manera para desahogarme un poco.

Estoy segura de tener razón en que siempre quien más habla, es quien más tiene que callar. Aparte de las "puntillas" que suelo escuchar de Esther, anoche nos tocó leer un "comunicado", redactado muy mal, por cierto, de la portera...

Y aquí lo escribo textualmente:

Volved a hablar con los del turno de noche. Como se ha hecho se debe anotar como devolución, indicando que el técnico no va por no ser emergencia o lo que el técnico nos diga, pero no se dice al cliente que el técnico no va.
Siempre hay que buscar otras frases: 'lo lamento, lo he consultado pero no tenemos a ningún técnico disponible para realizar la reparación, solo tenemos a un técnico que podría realizar un rescate de personas atrapadas, pero para hacer la reparación es necesario que vaya mañana el técnico especialista, etc...'
Si el cliente insiste, se insiste sobre lo mismo, 'no puedo hacer más, he consultado pero como le digo no podemos arreglar el ascensor en este momento. El técnico no tiene material para arreglar el ascensor, sus instrucciones por la noche son rescatar personas encerradas y en caso de peligro inmovilizar el ascensor, pero las reparaciones y la puesta en marcha se hacen durante el día... o similar.
Pero eso de 'el técnico dice que no va' no, porque esas contestaciones son más propias de una persona sin argumentos y no se pueden admitir en un servicio de atención al cliente.