jueves, 29 de diciembre de 2011

EL HEROE

Estábamos tomando unas cervezas en la terraza de un bar al lado del parque. Hacía un día estupendo y la charla era bastante animada. Mis amigos, un matrimonio con dos hijos pequeños (un niño y una niña), son simpáticos y afables. No recuerdo el tema de la conversación, probablemente despellejábamos a algún conocido desagradable o contábamos algún chiste, puede ser. El caso es que vi de reojo cómo el niño, a unos veinte metros de nosotros,  hablaba con un tipo vestido con mono de mecánico y me llamó la atención. Miré a mis amigos pero estaban riendo y no quise romper el momento. Volví a mirar hacia el chaval y lo que vi me dejó paralizado: el tipo metía al niño en una furgoneta, por la parte de atrás y precipitadamente. En seguida se montó en el asiento del conductor y arranco a toda prisa; mis amigos eran completamente ajenos al suceso, seguían a lo suyo, y la niña tomaba un refresco con cierta parsimonia. Estaban secuestrando al niño y nadie parecía darse cuenta.

Como no era momento de andar con explicaciones, salí corriendo, atajando por el parque hacia una calle por la que, con algo de suerte, tendría que pasar el secuestrador y tal vez yo podría hacer algo por detenerle. Si le dejaba escapar, probablemente jamás volveríamos a ver al niño con vida. La sola idea me daba escalofríos.

No sé de dónde saqué fuerzas para correr tanto, mi estado físico no es el más perfecto del mundo precisamente, pero conseguí alcanzar la furgoneta por milímetros. El cabrón llevaba la ventanilla abierta y me lancé a su cuello, pillándole desprevenido. La furgoneta cambió bruscamente de trayectoria y fue a chocar contra los coches aparcados. Mi única preocupación era el niño, esperaba que no le hubiese ocurrido nada. Yo me hice polvo la espalda con el golpe, pero en ese momento no me importaba. El conductor se rompió la cabeza contra el parabrisas, estaba lleno de sangre, inconsciente o muerto, a mi me daba igual.  

Se oían voces y murmullos, empezaba a llegar gente a ver qué había ocurrido. Yo me dirigí como pude a la parte de atrás de la furgoneta, a ver cómo estaba el niño. Abrí con mucha dificultad y estaba allí, llorando pero sano y salvo. Vi como llegaban corriendo sus padres y me desmayé.

-No, no soy un héroe, hice lo que tenía que hacer, era mi obligación. Me siento orgulloso de haber salvado una vida y haber quitado a un secuestrador de las calles. No merezco esta medalla, fue un honor ayudar a mis amigos.

Me desperté justo cuando iban a ponerme la medalla al valor o algo así. Al lado de mi cama, estaba mi amigo, el padre del niño.

-Vaya, ya te has despertado ¿qué tal estás?

-Bien, me duele un poco la cabeza, pero bien. ¿Y vosotros? ¿el niño?

-El niño, muy bien y nosotros... pues jodidos, te has cargado a mi cuñado y casi matas a mi hijo, hijoputa, ¿por qué lo hiciste?

-¿Qué? ¿tu cuñado?

-Te estábamos contando, entre risas, lo que se divierte el niño montado detrás de la furgoneta de su tío y saltaste de repente de la silla y la liaste buena ¿por qué?

-Yo pensaba que le estaban secuestrando...

-Tú eres un gilipollas que nunca escucha, que siempre estas mirando a la pared alelado, que no te enteras de nada. Matas a mi cuñado y ahí estás, tan tranquilo, con dolor de cabeza y una pierna rota.

-¿Qué? ¿me he roto una pierna? ahora si que me has jodido el día.


viernes, 18 de noviembre de 2011

Gente repugnante

Creo que fue ayer mismo cuando encontraron a una chica que se llamaba Avellaneda, de Collado Mediano; yo vi los carteles de búsqueda, con su foto, y me llamó la atención su nombre, es raro. La encontraron muerta, en un vertedero. 
La mató, por lo visto, un tipo con el que no se quiso acostar. 
Ahora estamos a vueltas con el juicio de esos prendas, el cuco, el... como se llame... ah, sí, el carcaño, unos cuantos niñatos imbéciles que mataron a Marta del Castillo porque sí, porque son unos garrulos y por mi que se jodan, a la puta cárcel, por paletos, violadores y asesinos. 
Ah, pero con lo de gente repugnante me refiero a otros, honrados ciudadanos que se ponen a las puertas de los juzgados a chillar y a insultar a los presuntos delincuentes, quienes tienen que ir protegidos por policías. 
Son gente de mediana edad y que seguramente no tienen nada que ver con la víctima y que quieren demostrar a los demás que ellos sí son gente decente, no como esos asesinos, son de otra casta. 
Tienen pinta de analfabetos indignados y me pregunto qué harían si les dejasen a ellos impartir justicia. Eso les molaría, seguro que se recrearían torturando a los delincuentes, porque no son como ellos.
Son de los que lapidarían a cualquiera por pura venganza. Trogloditas incultos con los pies clavados a un pedazo de asfalto que justifican la tortura y el homicidio si son ellos los ejecutores.
Ahora mismo vengo del descansillo de un vecino mío. He ido a chillarle a su puerta que a ver si paga la comunidad, que yo sí la pago, yo no soy como él. 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Dar y no poder

El runrun ha vuelto y no me deja dormir.
Pienso en las compras y en la gente que va y en como se pelean por unos miseros mazapanes y mierda de esa solo porque pone que están en oferta y me dan ganas de llorar.
Pienso en el
pichu muerto y me pongo a llorar.
Me miro en un espejo y doy pena y la imagen no me deja dormir.
Los ojos me escuecen pero no me dejan que los cierre.
Viene mi madre y suelta una de sus
gilipolleces, una de tantas y me dan ganas de llorar.
Pienso en lo que no tengo que pensar.
Me pesa la barriga pero no puedo cagar.
El
runrun sigue y no se va a ir.
Se aproxima una tormenta personal, lo veo muy mal.

Fundido en Negro

miércoles, 19 de octubre de 2011

El cartelito

Yo había visto cartelitos de esos por ahí, pero nunca los hice mucho caso, me parecía algo ridículo y patético. Ayer, sin embargo, me dio por pensar en su utilidad. Encontré, dando un paseo,  tres o cuatro de esos carteles y me dije: "si llevan años poniéndolos, será porque el asunto funciona" y decidí hacer lo mismo.

En una cartulina blanca, algo más grande que un folio, puse con letras primorosas y negras: "SE NECESITA CHICA"

De momento, me han llamado varios señores en paro, diciéndome todos prácticamente lo mismo, que ellos pueden hacer lo que una mujer, pero mejor hecho, y que incluso estarían dispuestos a ponerse unas faldas si fuera menester. 

También me han llamado algunas mujeres preguntando que cuanto les pagaría. Yo les contesto a todas, amablemente, que no busco prostitutas, pero todas se enfadan, algunas incluso me insultan y amenazan con denunciarme por llamarlas putas. Pero si yo no tengo nada contra la prostitución, pero no es eso lo que busco.

Yo creo que el cartelito está bien redactado, no sé dónde está el fallo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Me gustaría haberlo inventado yo, joer

(Fue en la puerta del Sol de Madrid)

Minnie Mouse y Dora la Exploradora se enzarzaron en una pelea a mediodía de ayer hasta que una patrulla de la Policía Municipal logró separarlas. Bob Esponja y su compañero Patricio trataban de mediar entre ellas

Decenas de niños y mayores contemplaron perplejos, a mediodía de ayer, como Minnie Mouse atacaba agresiva a Dora la Exploradora y ambas se enzarzaban en una pelea que, según testigos presenciales, se prolongó durante alrededor de veinte minutos.

En un primer momento la cómica situación no pasó a mayores gracias a la no menos cómica mediación de Bob Esponja y su compañero de aventuras Patricio. Ambos trataron de retener a los iconos de Disneypara evitar el enfrentamiento. Y aunque la noticia, por curiosa, pueda no parecer real, el caso es que un nutrido grupo de personas contemplaron atónitas la escena.

Al llegar al lugar una patrulla policial consiguieron separar al ratón de la aventurera pero, aún así, Minnie no cejó en su empeño de insultar, espetar y tratar de agredir a su colega de dibujos animados. Bob Esponja se alzó, una vez más, como un héroe entre los más pequeños logrando evitar un enfrentamiento directo entre ambos.

Probablemente la mayoría de los testigos no sabían que lograr una buena ubicación y llamar la atención de los más pequeños en la Puerta del Sol reporta importantes beneficios. "En un día fuerte que la cosa se desarrolle bien", explica uno de los personajes disfrazados, "se pueden sacar casi 300 euros". El pasado sábado era uno de esos días "fuertes" y de las tensiones se pasó a las manos.

Coco y Elmo aprovecharon la situación para lograr más propinas

Durante el despiste generalizado de sus compañeros de profesión, Coco y Elmo demostraron que son de barrio (Sésamo) y conocen la calle. En un alarde de picaresca lograron captar la atención, durante los veinte minutos que duró el enfrentamiento, de una buena parte de las familias que paseaban por la plaza. Así,aprovecharon el despiste del resto de estrellas para dejarse hacer decenas de fotos y carantoñas de los más pequeños y embolsarse decenas de propinas de los padres.

Al final, como en los dibujos animados, todo volvió a la calma y cada personaje continuó con su tarea.

martes, 4 de octubre de 2011

Relato Corto

Hola, amigos (de alguien, seréis amigos de alguien, digo yo. Y si no, os dejo que seáis amiguetes míos).
Bueno, el caso es que estoy en un tasher de hescritura y me toca presentar un relato corto. Bueno, ellos lo llaman así, pero en realidad es el doble de largo que cualquiera de mis posts; el caso es que os lo voy a enseñar para, si tenéis a bien, leerlo.
Bueno, es un post que ya tenía, pero lo he aumentado de tamaño, metiendo citas, copypastes y trozos de un libro de Ana Rosa Quintana que seguro que nadie se entera.

Pues nada, helo aquí:



(Lo he puesto aquí porque en mi blog no entra ni Dios. Y eso que Dios casi siempre sale en mis posts).



La Caída

Estaba cayendo y no sabía cómo había llegado hasta allí, sólo sabía que el suelo, a muchos metros aún, se me acercaba de forma irremediable, claro, estaba cayendo, ya lo he dicho. Por si acaso no era un sueño, intenté tirar de la anilla del paracaídas, porque todo el que cae desde gran altura debe llevar un paracaídas reglamentario, si quiere vivir. Yo no tenía ni anilla, ni mochila ni paracaídas ni nada, me iba a pegar una hostia del quince. Chillar no me iba a servir de nada, así que intenté sacar un cigarrillo (ya que me iba a matar, al menos le daría la razón a los de Tabacalera), pero es muy difícil encender un mechero cuando caes a 7,8 metros por segundo (el que quiera datos exactos, que vaya a Internet). 

Justo cuando esperaba el momento de que mi cabeza se juntase con mis tobillos, perdí velocidad y me vi catapultado hacia arriba, tenía una goma atada a los pies, qué cosas. 

Es verdad, con el pedo que llevaba, no me acordaba de que fui a hacer puenting. Busqué en los bolsillos, a ver si tenía para otro viaje, no sabía si admitían tarjeta de crédito.

domingo, 2 de octubre de 2011

La furgoneta "feroz"

Os voy a contar una historia. Sus protagonistas son un lindo y pequeñín Picanto y una horrenda y gigante Transit.




El pequeñín había ido con sus jóvenes y risueños amitos a dar una vuelta, y de paso de ir al carrefour a comprar lo que son comestibles. Se les hechó el tiempo encima, pero no les importaba en exceso, además, a la amita le gusta más cuando el día se hecha encima y oscurece.
Cuando consiguieron colocar todas las bolsas con su compra, montaron en el pequeñín y arrancaron felizmente, camino a casa.
No contaban que la furgoneta feroz también estaba de camino a algún arrabal de la ciudad...
El pequeñín y sus ocupantes iban tranquilos, circulando por el centro de la glorieta maldita, escuchando a la chica de ayer, quiero tener tu presencia, sin documentos... y también ¡¡CUIDADO-CUIDADO!!
La furgoneta feroz se saltó el ceda el paso; dos faros enormes hacia nosotros y ¡¡PUMMM-EMBESTIDA!! El golpe fue tan fuerte que el pequeñín no podía frenar, los cristales reventados cayeron encima del amito y todo el lado derecho destrozado, como una cucaracha pisoteada con ensañamiento. Consiguiendo subir al bordillo de la glorieta maldita, ahí quedó el pequeñín. La puerta de lado derecho quedó tan mal que no se podía abrir, así que el amito tuvo que salir por la ventanilla. La amita salió por la izquierda temblando y llorando porque aún no había asimilado lo que había pasado.
El conductor de la furgoneta feroz vino hacia nosotros, pero no quisimos que se acercase. El amito estaba tan nervioso que lo que en ese momento quería era reventarle la puta cabeza.
Lo mejor fue llamar a los guardianes de los ciudadanos, que tardaron en encontrar la glorieta maldita. Ellos mediaron entre ambas partes, pero pasó mucho tiempo hasta que la señora grúa se llevó al pequeñín a un lugar mejor. No sé como estará ahora, pero espero que mañana se pueda arreglar donde llevarle para que le curen.

La moraleja de esta historia: El tamaño sí importa.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Que cague la perra

Y, hasta que Parba no publique algo, no vuelvo a escribir ná en este blog, que va a parecer que la he matao pa quedarme con su clientela.

Otoño

Ya es otoño, mi estación favorita. Me gusta el ocaso, la tarde, la niebla y la soledad. Todo eso evoca el otoño, tristeza y gabardina. Habrá quien discrepe con sorna: ¿La soledad? Pues sí, otra cosa es que me gusten las mujeres, de eso no he dicho nada aún.
Mi septiembre favorito tiene muchos años, vino tras la playa con un sueño, no puedo ser más claro para no perder el norte. El otoño es el blanco y negro del año, el mundo es gris en otoño, yo nací una tarde gris, aún lo recuerdo.
Para mi, hoy es año nuevo. 
Voy a poner la nota cultural: Quiero morir como Cesar Vallejo, un jueves con aguacero. Lo de París lo dejo para otro rato.


jueves, 22 de septiembre de 2011

Al mil por mil

Hace un momento, en el arradio (¿qué pasa?), una locutora, con una voz muy dulce, discutía con un compañero suyo, en tono distendido, sobre su estado físico. Entonces ella, le dice: "Yo estoy perfectamente, estoy al mil por mil". 
¡Qué barbaridad, al mil por mil! es lo mismo que al cien por cien, claro, pero suena más fuerte. Si hubiese dicho que estaba al diecisiete por diecisiete, que también es lo mismo, tal vez le hubiesen contestado: "mujer, haz un esfuerzo, eso es poco".
Pues eso, es que soy muy gilipochas pa esas cosas.

(Lo he puesto en letra gorda pa que parezca que he escrito más)

martes, 20 de septiembre de 2011

El cartelito

Ha sido la risa, fíjate en el cartel:




No sabía muy bien cómo enfocar mi comentario jocoso, si hacerlo poniendo muchas faltas de ortografía, si decir que hay un par de palabras bien escritas, si poner también alguno que tengo por ahí...

No se puede escribir peor, qué burra. Yo diría que es una mujer.

Entonces... me acuerdo de una señora que, una vez, me preguntó en el vagón del metro en qué estación estábamos.  Se lo dije y me comento, bajando la voz: "es que no sé leer". Y no me hizo gracia, no me reí, sentí cariño por ella. ¿Por qué? Porque tenía un aspecto de mujer buena y trabajadora, que se había pasado la vida en el pueblo sin conocer otra cosa que el trabajo del campo y las labores de la casa, cuidando primero de sus padres y luego de su marido  y de sus hijos, haciendo una vida sencilla donde las letras no pintan nada. Aquella mujer no tenía culpa de su brutal analfabetismo, había sido la vida, nadie tiene derecho a reírse de una persona así.
Claro que puede ser que esa mujer me estuviese tomando el pelo o que su historia fuese menos tradicional de la que he pintado a brochazos.
A mi me da risa este cartel, pero no puedo evitar pensar en una mujer inmigrante, de mediana edad, cuya vida ha sido un calvario en el país de donde venga (sudamericano, probablemente) y tuvo que emigrar (o  la llevaron obligada) y ahora trabaja para alguien que le ha pedido que escriba ese cartel y lo ha hecho con mucho trabajo. Y lo ha escrito lo mejor que sabe y, si yo me río de ella, la veo ponerse triste y quizás llore humillada. 
Pero yo necesito reírme.
Debe ser ésta maldita enfermedad mental de la que me hablan mis expertos psicólogos.
Yo quiero pensar que ese cartelito lo ha escrito un garrulo de veinte años cuyo único motivo de vivir es el botellón del sábado, las pirulas en la disco y follarse a la Jenny. Ojalá sea así, qué mal escribes, hijo de puta.

       

jueves, 15 de septiembre de 2011

Uno de los dos tiene que morir

Estaba delante de mí, con los puños cerrados, en postura de ataque. No me dio miedo, no era el primero con el que me pegaba, aunque este tío era un monstruo. Iba a ser duro, era más grande que yo y tenía unos brazos como columnas; pero yo tenía una pistola.

Lo malo era que la puta pistola estaba bien guardadita, en la pistolera. La tenía ya cogida y a punto de sacarla cuando el armario empotrado que tenía enfrente me soltó una hostia que me lanzó hacia la pared del fondo; empecé a verlo todo rojo. Saqué la pistola y le metí tres tiros en la tripa, pero el cabrón parecía inmune, sólo se quedó parado un segundo y volvió a atizarme tres hostias como tres panes y me mató.

Suerte que había guardado la partida; la próxima vez, le pegaré con el holorrifle, a ver quien es el listo ahora.

Hola, mundo



Cuando aprendes C o JAVA (dos lenguajes informáticos, para los viejos), es tradicional empezar con un pequeño programa:


main
  {
    printf ('hola, mundo');
  }


y, cuando lo ejecutas, sale en la pantalla tu maravillosa creación:


hola, mundo


Ya podéis decir que sabéis programar, enhorabuena.



jueves, 18 de agosto de 2011

Sinsabor

Juanita, después de su casamiento, presentó a Alejandro en la sociedad escogida y severa de las respetables señoras de Trapero, por la que fué acogido con cariño y consideración, a pesar de las insinuaciones y calumnias de la curiosa Sra.Antonia.

Ha obtenido todo lo que se prometía de su matrimonio y sin perder la virtud de borrar las arrugas que los sinsabores de la vida forman en su frente...

Durante sus veladas, le ruega en ocasiones que cante, y entonces, embelesada escucha aquella voz armoniosa que le hizo huir de casa materna a los bosques de Os Ancares...

martes, 16 de agosto de 2011

JMJ


Si no me equivoco, hoy comienza eso de jornada mundial de la juventud. La estoy viviendo en primera persona. Los veo y, sobre todo los oigo desde el balcón en casa de mis padres; a esos los peregrinos... Que yo debo ser muy simple y no me da, pero es lo mismo que irte a pasar un sábado noche de pedo total.

Del 16 al 21 de este estupendo y caluroso Agosto, una gran cadena humana rezará por las vacaciones. ¡¡Ups!! lo siento, que me equivoco, rezará por las vocaciones.
Yo ya sé cual es la mía, pero no quiero alardear de ello.

Ay! perdóname padre porque he pecado, pero no puedo ir a confesarme ya que los confesionarios del Retiro han sido prácticamente destruidos.
Seguiré siendo pecadora, que tampoco está tan mal.

Sé que este post es una verdadera cagada, pero me indigna bastante todo el circo montado, todo el dinero que ello conlleva y muchos trastoques al madrileño que pasa sus putas vacaciones en Madrid, que para un mes en el que se puede estar tranquilo en esta ciudad, no pueda mínimamente disfrutarlo.

domingo, 31 de julio de 2011

¡Ojo!


No me sienta tan mal la edad de cristo.
Y por una vez voy a seguir el consejo de un adulto.

**Cariño, si yo tuviera tu edad, jodería más que una china en un ojo**

jueves, 28 de julio de 2011

Fiesta


Este mes de Julio está repleto de cumpleaños. Cada dos días suena la alarma de móvil para recordarme quien cumple un año más.
Hoy ha tocado el de mi tía, la cachonda, y he ido con su hermana, la amargada de mi madre.
Hemos llegado muy pronto, y eso que mi tía pre-avisó que no llegásemos antes de la siete de la tarde. Qué aburrimiento, dos horas jugando al super collapse del móvil. A las nueve y media ya estábamos a la espera de mis primos, y en dos cañas y una coca-cola light, ellos llegaron. Les seguí hasta el lugar donde íbamos a cenar. Por Aluche, en un restaurante chino, buena elección aunque para nada esperada, al menos para mí.
Jajas y más jajas y besos y abrazos antes de la entrada al local, y más jasjas al sentarnos a la mesa.
He disfrutado tanto cuando mi primo vacilaba y le quitaba la razón a la historia que mi madre les contaba sobre lo sucedido con mi hermano en Valencia... Y seguía contando y repitiendo la historia, pasando por gran mártir, y mi primo seguía metiendo el dedo en la llaga. Me ha encantado la frase en la que mi primo decía -Has perdido un hijo, tía, no me extraña. Esperemos que nosotros no hayamos perdido un primo.-

Natural interrogatorio familiar; El Amor, ¿y cómo es él? edad, nombre, trabajo, tamaño de la polla... Les he dicho de donde era y se han quedado boqueabiertos, tanto, que pensé que imaginaban que es extraterrestre y yo subnormal.
La cena terminó bien. A la salida se venían los adiós. Me he despedido de ellos, lo normal, pero de repente mi madre ha sufrido una de sus típicas paranoias, cogiéndome del brazo; me ha hecho daño y me reprocha que me queje por ello; a las bravas ha forzado nuestra marcha.
Qué triste tener que aguantar tanta niñería por parte de una señora a la que encimo le debo no sé cuantas cosas.

lunes, 25 de julio de 2011

De repente parecía importarle a más gente de la que incluso sabía de su existencia.
Quise desaparecer al ritmo unisono de mis lágrimas.

Pero ya que la vida siempre está embriagada, decidí embriagarme yo también y no ser menos que ella...


El verbo hablar

Cada vez usamos más el verbo hablar. Cada vez resulta más accesible hacerlo y aún más fácil, hacerlo de mala manera.


Hace poco fuimos al trabajo a recoger un cargador y a nuestra "Rompedora" se le quedó cara de poker cuando nos vio juntos. Ya contábamos que eso sería de largas y debatidas "charlas"... Me importa más bien nada que digan o dejen de decir.
Y la semana pasada, en casa de mi tía; más maja por cierto... Pues hablando o más bien levantando el tono de voz, semos verduleras, es lo que hay... acabé hablando por teléfono con otra tía mía, una de Valencia. Como nos vemos de uvas a peras, me preguntó por el novio y yo que no miento, le conté que se había acabado, previa información de que otro de mis primos, también Valenciano, pues lo había dejado con su chica. Vaya temazo de conversación. Pensé en que me tenía que haber metido la lengua debajo el sobaco. Lo de mi primo, pues es su vida, como la de cualquier otr@; Apenas me importa mi vida, me va a importar la de los demás.
Pero la cuestión es que hay que hablar.

miércoles, 22 de junio de 2011

Sad Song


¿Y tú de que vas? Sabes que llevas la voz cantante y que me limito a lo que dictaminas.

¿Y tú eres impulsiva? No tienes idea de cómo suena tu alrededor.

Siempre la misma canción, pero nada me queda claro. Es tan triste.


No quiero una amiga como tú, que se supone que cantas tantas letras y tan distintas. Engañas, como el resto.

¿Dónde esta soledad? Ella es sencilla y ya sé que es lo que puedo tener con ella tatareando sobre mí...

martes, 12 de abril de 2011

Cacota

Me siento caca. Estoy estancada en mi trabajo y aunque éste me gusta, no me aporta nada, bueno, a excepción del sueldo mensual. Todo es una mierda, sobre todo mi casa. Su estado se me está "pegando". Se mantiene en pie de milagro y yo ya he adelgazado 12 kilos y me mantengo de milagro. Y aún los hay que piensan que vomito porque quiero estar delgada. Me entristece que piensen eso. Cuando tengo que dormir de día, paso miedo, porque oigo como entre los bloques caen piedras. Oigo a la vecina del bloque de al lado llorando porque mientras hacía la cama,se le cayó un trozo de pared. De momento a mí no me ha pasado, pero si ocurre, solo pido que se me caiga en toda la cabeza y punto. Si cae mal y me deja más tonta de lo que estoy... no sé no sé. Al menos que mis padres sean indemnizados y así la mierda de su hija les habrá aportado algo útil (¿verdad mamá?).

domingo, 6 de marzo de 2011

Trasgo Furioso

Estaba furioso con su mundo, con su familia, con su vida. Pero principalmente, sólo estaba furioso.

domingo, 6 de febrero de 2011

Miau


Enfrente del ordenador, fumando un cigarro. Sin saber por qué, me pongo a escribir sin saber que estoy escribiendo. Me limito a mirar y a escuchar a Misery. Respira muy deprisa. Qué 6kilos de gata tan bonita es. Mueve los ojos cerrados, y es porque está soñando. Me gustaría saber que sueña. Hace ruidos raros y no ronronea, así que a lo mejor es una pesadilla.

Vaya, se ha despertado. Creo que quiere que me vaya a la cama y apague de una puñetera vez la televisión y la luz.

jueves, 3 de febrero de 2011

Invisible

Como todos los jodidos días, salgo a las ocho de la mañana, cansada, aburrida y sobre todo, con muchas ganas de llegar a casa.
Normalmente me voy en coche, así aporto algo más de mierda al ambiente, pero así llego 45 minutos antes a casa. Pero esa mañana no me encontraba bien, y mucho menos dispuesta para conducir y meterme en una selva de metales y ruedas. Pues que me voy en metro, y en el recorrido me echo un sueño, sin llegar a dormir, tal vez algún que otro cabezazo a la derecha y a la izquierda.

El camino de siempre hasta el metro, fumando un cigarro, así aporto algo más de mierda para mis pulmones.
Llego al paso de peatones, comienzo a cruzarlo y un poco más atrás, otra chica haciendo lo mismo. No he llegado al otro extremo, es eterno e ignorado por un coche rojo que hace que mi pelo levante el vuelo y que hace que la otra chica vuele por los aires. No oí ningún ruido, simplemente acabó delante mía con los ojos abiertos y sus extremidades extendidas sobre el asfalto.
Comencé a agacharme lentamente, no podía hacerlo con rapidez y no sé por qué. Mientras lo hacía, otro coche paso por encima de ella, y luego otro y otros dos más. ¡¿Por qué no paran!? ¡¿No lo ven?! ¡¿NO LO VEN!!? Eso es lo que yo decía mientras ya estaba agachada sin hacer nada.
Paro un coche negro, salió un hombre... y ya no recuerdo más.

jueves, 6 de enero de 2011

Todo tiene su fin

Estoy hasta donde me paso la esponja de tanta fiesta; navidad esto... navidad lo otro, noche buena y noche vieja, año nuevo y hoy, para poner la guinda, los reyes magos. Todo esto lo englobo en una sola palabra: cinismo. Las felicitaciones, la mayoría por compromiso. Y qué me dices de hacer regalos... Yo hago un regalo a alguien a quien aprecio y lo hago porque me apetece, no porque toque hacerlo. Ese sentimiento de compromiso cada vez que me hacen un regalo en estas fechas ya desapareció hace un tiempo.

Confieso que Belén, me ha llegado hasta el fondo, y es que el regalo que me hizo por reyes, y sobre todo la manera de hacerlo, me emocionó a tal escala, que todavía lo recuerdo y lloro. Solo en ese momento sentí que eran fechas amables.


Supongo que por suerte para algun@s y por desgracia para otr@s, esto llega a su fin.

A mi punto de vista, prefiero la puta realidad a la entrañable irrealidad.
¿Tú qué crees?