¿Y tú de que vas? Sabes que llevas la voz cantante y que me limito a lo que dictaminas.
¿Y tú eres impulsiva? No tienes idea de cómo suena tu alrededor.
Siempre la misma canción, pero nada me queda claro. Es tan triste.
No quiero una amiga como tú, que se supone que cantas tantas letras y tan distintas. Engañas, como el resto.
¿Dónde esta soledad? Ella es sencilla y ya sé que es lo que puedo tener con ella tatareando sobre mí...
7 comentarios:
hay gente que provoca que una quiera atarle las manos, y los pies, y ... quizá amordazarla.
creo que voy a cambiar los maullidos por los lametazos, más enervantes
No busques la soledad, ella te encontrará cuando quiera, no tengas prisa.
Yo quisiera dejar sola a la soledad.
la soledad.... a veces tan necesaria y a veces tan inquisidora.... besos wapa
Qué razón tienes Juana.
Todo el mundo engaña.
Tarde o temprano lo acaban haciendo.
No se libra ni la familia, ni los amores, ni los amigos.
Besos.
«hay gente que provoca que una quiera atarle las manos, y los pies, y ... quizá amordazarla.»
Uhmmm... ¿aficionada al BDSM, eh? :P
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