miércoles, 19 de octubre de 2011

El cartelito

Yo había visto cartelitos de esos por ahí, pero nunca los hice mucho caso, me parecía algo ridículo y patético. Ayer, sin embargo, me dio por pensar en su utilidad. Encontré, dando un paseo,  tres o cuatro de esos carteles y me dije: "si llevan años poniéndolos, será porque el asunto funciona" y decidí hacer lo mismo.

En una cartulina blanca, algo más grande que un folio, puse con letras primorosas y negras: "SE NECESITA CHICA"

De momento, me han llamado varios señores en paro, diciéndome todos prácticamente lo mismo, que ellos pueden hacer lo que una mujer, pero mejor hecho, y que incluso estarían dispuestos a ponerse unas faldas si fuera menester. 

También me han llamado algunas mujeres preguntando que cuanto les pagaría. Yo les contesto a todas, amablemente, que no busco prostitutas, pero todas se enfadan, algunas incluso me insultan y amenazan con denunciarme por llamarlas putas. Pero si yo no tengo nada contra la prostitución, pero no es eso lo que busco.

Yo creo que el cartelito está bien redactado, no sé dónde está el fallo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Me gustaría haberlo inventado yo, joer

(Fue en la puerta del Sol de Madrid)

Minnie Mouse y Dora la Exploradora se enzarzaron en una pelea a mediodía de ayer hasta que una patrulla de la Policía Municipal logró separarlas. Bob Esponja y su compañero Patricio trataban de mediar entre ellas

Decenas de niños y mayores contemplaron perplejos, a mediodía de ayer, como Minnie Mouse atacaba agresiva a Dora la Exploradora y ambas se enzarzaban en una pelea que, según testigos presenciales, se prolongó durante alrededor de veinte minutos.

En un primer momento la cómica situación no pasó a mayores gracias a la no menos cómica mediación de Bob Esponja y su compañero de aventuras Patricio. Ambos trataron de retener a los iconos de Disneypara evitar el enfrentamiento. Y aunque la noticia, por curiosa, pueda no parecer real, el caso es que un nutrido grupo de personas contemplaron atónitas la escena.

Al llegar al lugar una patrulla policial consiguieron separar al ratón de la aventurera pero, aún así, Minnie no cejó en su empeño de insultar, espetar y tratar de agredir a su colega de dibujos animados. Bob Esponja se alzó, una vez más, como un héroe entre los más pequeños logrando evitar un enfrentamiento directo entre ambos.

Probablemente la mayoría de los testigos no sabían que lograr una buena ubicación y llamar la atención de los más pequeños en la Puerta del Sol reporta importantes beneficios. "En un día fuerte que la cosa se desarrolle bien", explica uno de los personajes disfrazados, "se pueden sacar casi 300 euros". El pasado sábado era uno de esos días "fuertes" y de las tensiones se pasó a las manos.

Coco y Elmo aprovecharon la situación para lograr más propinas

Durante el despiste generalizado de sus compañeros de profesión, Coco y Elmo demostraron que son de barrio (Sésamo) y conocen la calle. En un alarde de picaresca lograron captar la atención, durante los veinte minutos que duró el enfrentamiento, de una buena parte de las familias que paseaban por la plaza. Así,aprovecharon el despiste del resto de estrellas para dejarse hacer decenas de fotos y carantoñas de los más pequeños y embolsarse decenas de propinas de los padres.

Al final, como en los dibujos animados, todo volvió a la calma y cada personaje continuó con su tarea.

martes, 4 de octubre de 2011

Relato Corto

Hola, amigos (de alguien, seréis amigos de alguien, digo yo. Y si no, os dejo que seáis amiguetes míos).
Bueno, el caso es que estoy en un tasher de hescritura y me toca presentar un relato corto. Bueno, ellos lo llaman así, pero en realidad es el doble de largo que cualquiera de mis posts; el caso es que os lo voy a enseñar para, si tenéis a bien, leerlo.
Bueno, es un post que ya tenía, pero lo he aumentado de tamaño, metiendo citas, copypastes y trozos de un libro de Ana Rosa Quintana que seguro que nadie se entera.

Pues nada, helo aquí:



(Lo he puesto aquí porque en mi blog no entra ni Dios. Y eso que Dios casi siempre sale en mis posts).



La Caída

Estaba cayendo y no sabía cómo había llegado hasta allí, sólo sabía que el suelo, a muchos metros aún, se me acercaba de forma irremediable, claro, estaba cayendo, ya lo he dicho. Por si acaso no era un sueño, intenté tirar de la anilla del paracaídas, porque todo el que cae desde gran altura debe llevar un paracaídas reglamentario, si quiere vivir. Yo no tenía ni anilla, ni mochila ni paracaídas ni nada, me iba a pegar una hostia del quince. Chillar no me iba a servir de nada, así que intenté sacar un cigarrillo (ya que me iba a matar, al menos le daría la razón a los de Tabacalera), pero es muy difícil encender un mechero cuando caes a 7,8 metros por segundo (el que quiera datos exactos, que vaya a Internet). 

Justo cuando esperaba el momento de que mi cabeza se juntase con mis tobillos, perdí velocidad y me vi catapultado hacia arriba, tenía una goma atada a los pies, qué cosas. 

Es verdad, con el pedo que llevaba, no me acordaba de que fui a hacer puenting. Busqué en los bolsillos, a ver si tenía para otro viaje, no sabía si admitían tarjeta de crédito.

domingo, 2 de octubre de 2011

La furgoneta "feroz"

Os voy a contar una historia. Sus protagonistas son un lindo y pequeñín Picanto y una horrenda y gigante Transit.




El pequeñín había ido con sus jóvenes y risueños amitos a dar una vuelta, y de paso de ir al carrefour a comprar lo que son comestibles. Se les hechó el tiempo encima, pero no les importaba en exceso, además, a la amita le gusta más cuando el día se hecha encima y oscurece.
Cuando consiguieron colocar todas las bolsas con su compra, montaron en el pequeñín y arrancaron felizmente, camino a casa.
No contaban que la furgoneta feroz también estaba de camino a algún arrabal de la ciudad...
El pequeñín y sus ocupantes iban tranquilos, circulando por el centro de la glorieta maldita, escuchando a la chica de ayer, quiero tener tu presencia, sin documentos... y también ¡¡CUIDADO-CUIDADO!!
La furgoneta feroz se saltó el ceda el paso; dos faros enormes hacia nosotros y ¡¡PUMMM-EMBESTIDA!! El golpe fue tan fuerte que el pequeñín no podía frenar, los cristales reventados cayeron encima del amito y todo el lado derecho destrozado, como una cucaracha pisoteada con ensañamiento. Consiguiendo subir al bordillo de la glorieta maldita, ahí quedó el pequeñín. La puerta de lado derecho quedó tan mal que no se podía abrir, así que el amito tuvo que salir por la ventanilla. La amita salió por la izquierda temblando y llorando porque aún no había asimilado lo que había pasado.
El conductor de la furgoneta feroz vino hacia nosotros, pero no quisimos que se acercase. El amito estaba tan nervioso que lo que en ese momento quería era reventarle la puta cabeza.
Lo mejor fue llamar a los guardianes de los ciudadanos, que tardaron en encontrar la glorieta maldita. Ellos mediaron entre ambas partes, pero pasó mucho tiempo hasta que la señora grúa se llevó al pequeñín a un lugar mejor. No sé como estará ahora, pero espero que mañana se pueda arreglar donde llevarle para que le curen.

La moraleja de esta historia: El tamaño sí importa.