jueves, 23 de diciembre de 2010

AntiFollaje


Bueno, voy a escribir de nuevo. Siento que vuelvo a tener algo de tiempo para hacerlo, y no quiero y creo que no debo desaprovecharlo, aunque sean cuatro chorradas.
Éste es un punto positivo.

Pero como siempre hay un punto negativo. Ahora ese punto es mi cuerpo. Cada vez que salgo de la ducha y me miro en el espejo me dan ganas de vomitar. Qué coño le pasa a mi cuerpo, está amorfo, es de lo más anti-sexy que veo a diario.
He vuelto a perder peso, creo que ahora sido bastante, 2,5kilos en un mes. A lo mejor debería pensar ¡qué bien, estoy adelgazando! pero es que esa pérdida hace que mis pellejos tengan vida propia.
Mirándome al espejo veo esos pechos ahí colgando de mala manera. Me veo el culo, y no es que tenga piel de naranja, es todo un campo de naranjos, ¡con zanjas incluidas! Arggg, qué asco. Pero lo peor es lo de la barriga, pero de dónde ha salido esta montaña¿? No me lo puedo creer, pero es que lo veo con mis cuatro ojos, y ahí está.

Aparte de la abstinencia que tengo que tener porque es lo que toca, prefiero no pensar en la existencia del sexo. Cómo voy a echar un polvo, si lo único que pasa por mi cabeza son esas lorzas que sobresalen de mi cuerpo. No es compatible que toquen otra piel. Me siento tan poco sensual que ya se me han quitado hasta las ganas de follar conmigo misma.

jueves, 11 de noviembre de 2010

TONTERÍAS

Bueno, bueno, pues estamos con las tonterías de siempre, ¿y dónde? pues en el curro, por llamarlo de alguna manera.

Llevo desde el Lunes con Belén, la chica nueva, aunque de chica le queda más bien poco, como a mi paciencia.
No tiene ni puñetera idea de nada, pero he de entender que no es culpa suya, sino de los coordinadores, que no sé qué cojones pretenden pasando a la noche a una persona sin formar. ¿Pretenderán que le enseñe yo? JAJAJAJA. Si no soy apta para poder optar a la ayuda de los 100 euros que da la empresa, tampoco soy apta para enseñar nada a nadie. Y ésta mujer es que tampoco hace nada por intentar aprender; no toma ningún apunte, no pregunta nada y encima si se le dice algo que tiene que rectificar, se pone a la defensiva.

Y si ya de por sí mi ánimo cada vez está más hundido en la mierda, las TONTERÍAS DE LA ANORMAL DE ESTHER, hacen que yo misma me tire de la cadena.
Como todas las mañanas, he ventilado el departamento y abierto las taquillas, sacando del ropero el puto ambientador de limón, ¿y qué pasa? pues que cuando ya cierro el chiringuito, se me ha olvidado volver a guardarlo y al rato va llegando el personal y finalmente Esther Conejo con su cara de amargada; lo bien que viene de vez en cuando un buen retozón; y pregunta quién puso el ambientador en su mesa. Por supuesto, yo no me escondo y le respondí que fui yo quien lo saqué por el tufazo. A esto que me responde que deje cerrado el armario porque sino el ropero huele a sudores, tabaco... ¿Y a qué se supone que tiene que oler un ropero si lo que se mete ahí es ropa? ¿Tengo que dejar que mi abrigo huela a limón rancio? A ver si van a ser los cubos de basura que están rodeando el departamento... Esta noche dejaré el abrigo fuera, colgadito de la silla en la que me siente, y que me diga algo por la mañana... como todo le parece mal, y lo dice la que no hace ni el huevo; es que siempre habla quien más tiene que callar.

Y ya lo mejorcito, 2 años y medio sin pasar una sola revisión médica por parte de sertel, y ahora parece que se están haciendo, de hecho algun@s compañeros me lo han confirmado, pero la gracia es que a mí no me han dicho nada. Cuando llegue el último día de esta tanda y no se me haya comunicado cuando es mi revisión, el martes me voy al Ministerio de Sanidad, que bien cerquita lo tengo, y denuncia que les meteré con todo mi corazón...
Ufff, como me ponga a denunciar me voy a tener que pedir una excedencia, sino no tendré tiempo...

domingo, 12 de septiembre de 2010

Un mal día soñado

Y todos los días la misma rutina. Estoy tan cansada. Solo se ven y oyen problemas por allí y por aquí...


Como anoche dejé el coche en el trabajo, a la hora de volver a casa no he tardado mucho. No me he fijado a la hora que llegué, pero no más de las nueve menos cuarto.

He puesto comida y agua a Lukas y Misery. Les he limpiado los truñacos y barrido un poquillo los pelos que van dejando por ahí.

Finalizada la labor doméstica, he abierto el sofá para iniciar lo que se llama intento por dormir. Es casi misión imposible; los fuertes golpes del vecino de arriba, los ruidos del exterior y la loca de enfrente, que cuando no grita por una cosa grita por otra, eso sí, si es para ponerme "verde" bien que habla bajito, lo que pasa que no se debe haber dado cuenta que quien es de oído duro es ella, el mío va bastante bien.

Y justo hoy toca el tapizador, dando vueltas por el barrio con su estupendo megáfono, así pues, decido renunciar a dormir y me visto para bajar a hablar con el tapizador, pero no para que se calle porque sería absurdo, sino para pedir que suba a casa y vea el sofá y me dé un presupuesto para tapizarlo, y es que los gatos lo tienen destrozado.

Subimos hasta casa, abro la puerta y Lukas y Misery no reciben muy bien la visita del hombre. Él no se queja de los gatos pero me doy cuenta con perfecta claridad que no le gusta su presencia. A los pocos minutos, el señor comienza a explicarme cómo se haría y sin que terminase de hablar, Misery se le acerca, le bufa y hace amago de tirarse a su pierna, por lo que el señor le arrea una patada... y ahí es cuando yo exploto. Cogí el cuchillo de sierra que tengo al lado del microondas y se lo clavé repetidas veces en cada ojo.


Enseguida desperté y me puse a llorar. Lukas y Misery vinieron a mi lado, aunque eché en falta a Javi.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Otra puntilla

Como no sé si reírme, llorar o gritar... mejor lo dejo aquí escrito que no es mala manera para desahogarme un poco.

Estoy segura de tener razón en que siempre quien más habla, es quien más tiene que callar. Aparte de las "puntillas" que suelo escuchar de Esther, anoche nos tocó leer un "comunicado", redactado muy mal, por cierto, de la portera...

Y aquí lo escribo textualmente:

Volved a hablar con los del turno de noche. Como se ha hecho se debe anotar como devolución, indicando que el técnico no va por no ser emergencia o lo que el técnico nos diga, pero no se dice al cliente que el técnico no va.
Siempre hay que buscar otras frases: 'lo lamento, lo he consultado pero no tenemos a ningún técnico disponible para realizar la reparación, solo tenemos a un técnico que podría realizar un rescate de personas atrapadas, pero para hacer la reparación es necesario que vaya mañana el técnico especialista, etc...'
Si el cliente insiste, se insiste sobre lo mismo, 'no puedo hacer más, he consultado pero como le digo no podemos arreglar el ascensor en este momento. El técnico no tiene material para arreglar el ascensor, sus instrucciones por la noche son rescatar personas encerradas y en caso de peligro inmovilizar el ascensor, pero las reparaciones y la puesta en marcha se hacen durante el día... o similar.
Pero eso de 'el técnico dice que no va' no, porque esas contestaciones son más propias de una persona sin argumentos y no se pueden admitir en un servicio de atención al cliente.

jueves, 26 de agosto de 2010

ZZZZZZZZZZZZ



Tantas cosas bonitas a la vista.

Tantas cosas deliciosas al paladar.

Tantas cosas de las que poder disfrutar.

*****

Ahora que voy a dormir, voy a ir a mirar esa
luna que es mía y que no me da miedo... porque
cuando me ve llorar me lanza una sonrisa y que no
me da miedo...

domingo, 11 de julio de 2010

Quien se pica, Ajos come

Viernes por la noche, la última tocada de "cajones". Llega la "Crujidora" lameculos y me presenta a la chica que estará conmigo todo el fin de semana en la noche. Bien.

La Cruji indica: Machorra ha dicho que tú tienes que hacer xxxxx y Nerea xxxxx. Bien.
Espera Eugenia, tengo que hablar más seriamente contigo. Bien, vayamos a la salita. -Lo cual acaba siendo no necesario-

Me han dicho que te diga (¡¡coño, como en el cole,!!) que por qué has cambiado el teclado y con qué autoridad te has permitido hacerlo.
¡¡¡????!!! ¿ESE ES EL TEMA SERIO?

Pues lo he hecho porque es imposible trabajar con un teclado que provoca dolor en los dedos y no me permite mecanografiar con rapidez, que es como yo escribo. Y además, le dices que como yo estoy sola de noche, hasta que no haya nadie de "rango superior", yo tomo las decisiones que considere oportunas tomar.

Cruji responde: Eso se lo dices tú cuando le veas.

¡¡¡JA-JA-JA!!!

Yo no hablo con Machorra porque no me gustan las personas que mandan a otras a decirle a una tercera lo que la primera tendría que decir, y con más razón cuando la primera es la jefa.
Por lo tanto, voy a ignorar lo que me has dicho.

1º me toca los ovarios y mucho, que me ven todas las mañanas de 7 a 8am. no me lo diga personalmente. Claro, tiene que usar a su plebe porque no tiene valor a decírmelo a la cara, ya que sabe que yo no voy a poner el culo como lo hacen sus subditos.

Si está escocida y le jode que sea desenvuelta, que diga las cosas como las veo y que proteste cuando considero que algo es injusto, que se eche polvos de talco o me despida, aunque sé que ésta última elección no puede realizarla; juego a mi favor.

Y más vale que no me siga tocando las narices, porque a hija de puta no me gana, en eso he salido a mi madre...

jueves, 10 de junio de 2010

¿Mala Suerte 2?

Me ha tocado la china, o como dice mi hermano, la muralla completa.

Me dan la baja, pero ya contaba con ello, porque esta doctora es así de... rápida. Así que resulta que no puedo mover la pierna izquierda porque no puedo doblar la rodilla, no mira nada, me manda medicamentos, reposo y "yatá". Voy mejorando y me dan el alta sin explicar el motivo de la gonalgia.
Está bien tener a esta doctora porque te da las bajas con más frecuencia que yo los buenos días, pero por suerte o por desgracia, yo no quiero bajas porque como todos sabemos, te meten unos palos que te dejan fino; a no ser que la mutua te la dé, aunque en mafre tienen que ver como te pones malo, porque sino, no te dan la baja, así me dijeron cuando fui por lo del tobillo.

Coñe, que hace un mes me robaron el bolso, y la semana pasada me robaron en el coche. ¿Tan mala he sido o soy?
He hecho cuentas que el próximo mes ya se caerá la casa. Total, es lo único que queda...

domingo, 6 de junio de 2010

Qué pena

Es una pena que quede tanta mierda humana.

Miro a mi alrededor y cada día tengo más ganas de irme.

Encima estoy más quemada que la pipa un indio en una jodida empresa que me ha dejado en otra que es aún peor.
Les da igual que me quede sola toda la noche para atender a todos los ascensores de España y 4 empresas más asociadas, que a veces ya no sé si soy otis, pertor, portis... o su puta madre.


Qué pena que no tengo huevos para, ni siquiera, mirar otro trabajo. Eso es lo puto peor (con el permiso de Borja Pérez, jeje).

lunes, 3 de mayo de 2010

¿Mala Suerte?

El viernes pasado fui a Antón Martín a buscar a mi padre para irnos a Talavera. Yo llegué antes y estacione el coche en Atocha, encima de un bordillo y delante de un monovolumen. Puse los cuatro intermitentes mientras le esperaba. Aquella zona es una mierda, bueno, los que viven en Madrid saben lo que es. Por eso estaba nerviosa, impaciente, porque siempre que voy allí con coche me pasa algo. Claro, esta vez no iba a ser una excepción.
Al poco rato le vi por el retrovisor y toqué el claxon, pero ni de coña me vio porque el monovolumen tapaba por completo mi coche, y es que el picanto es muy pequeño. Pues rápidamente salí del coche y silbé a mi padre. A lo sumo fueron 40 segundos el tiempo del que me retiré del coche. Volví y mi padre detrás. Abrimos el maletero para guardar algunas cosas que llevaba mi padre a mis abuelos. Cuando íbamos a meternos en el coche, un guachupino me preguntó dónde estaba Atocha. Le respondí que ya estaba en la calle Atocha. Decía que se refería a Atocha Renfe, y amablemente le dije que tenía que bajar todo recto. Bueno, aparte de que tenía unas pintas de guarro que tiraba para atrás, no observe nada fuera de lo normal.
Cuando habíamos sobrepasado la Plaza Benavente le pregunté a mi padre que dónde había colocado mi bolso. ¿Qué bolso? me preguntó. No hay ningún bolso aquí. ¡¡MIERDA!! ME LO HAN ROBADO!!! Empecé a temblar, nunca me habían robado, no sabía qué hacer y encima mi padre arremetía contra mí; que si es que estoy siempre dormida, que estoy harta comer, etc.
En cuanto pude, pare en un sitio donde no molestase mucho y a llamar para anular todas las tarjetas. Eso es lo peor, tener que hacer llamadas y luego ir a la comisaría a denunciar el robo.
No llevaba nada de dinero en efectivo, bueno, como mucho 2 euros. La tarjeta del trabajo, el D.N.I., la tarjeta sanitaria, el carné de conducir, las tarjetas de débito, la del carrefour y la de puntos de la BP. Nada realmente importante, más o menos. El mp3 también iba en el bolso, una cámara muy, muy cutre, el módem usb, aunque éste no me valía porque ya no soy de movistar. También un móvil viejo y bloqueado y que no vale ni para reciclar. Lo que si me jodió fue lo de las llaves; las de mi casa y las de Javi también. Eso es lo peor que llevo, mis llaves. Sólo querría recuperar eso. El resto eran cosas materiales, de más valor sentimental que económico.
Ugh... las llaves... Y con lo que me gustaba ese bolso de Betty Boop... snif.

Aunque es una putada, tengo suerte que no me hayan robado al tirón o colocándome una navaja.

He aprendido que no debo dejar bajo ningún concepto el bolso en el asiento del copiloto.

Estoy segura que la mayoría de las cosas que había en el bolso, por ejemplo los documentos, los tiraría por la calle. Así que me queda una pequeña esperanza que alguien los encontrase y en unos días los reenvíen a casa de mis padres, tal como paso cuando perdí el abono transporte.

sábado, 24 de abril de 2010

Me gusta esperar

Los fines de semana que trabajo, todos los sábados subo a su casa.
Cojo el 125 en Arturo Soria y en 6 minutos llego al cercanías de Ramón y Cajal.
Normalmente he de esperar unos 30 minutos hasta que llega el tren que va a Valladolid. Aunque es bastante tiempo, y con frío se alarga más, no me importa esperar porque los "krispis" que me sobran del desayuno se los doy a los pájaros, pichones creo que son.
En cuanto me siento, parece que lo huelen porque empiezan a revolotear muy próximos a mí. Entonces abro el tapper y les voy echando los "kripis".
En el vídeo se puede ver. Disfruto viéndolos. Disfruto el que se acerquen.



¿De mayor seré una anciana que da de comer a las palomas? Yo me veo como la vieja de los gatos de los simpson.

lunes, 19 de abril de 2010

Maja

Pues la noche del domingo ha ido bien, muy tranquila. Será una "intro" a un buen comienzo de lunes. Aunque mi comienzo, va a ser en buena parte mientras duermo.

La mejor llamada de toda la jornada ha sido la de un señor, por la voz un setentón, que ha entrado a saco diciendo que llevaba desde las once de la noche sin luz.
Cuando los clientes hablan de mala manera cuando encima es por un aviso de un fluorescente fundido, me pongo a la defensiva, pero con este señor he decido esperar a tomar esa actitud. Tranquilamente pero con tono alto de voz: ¿Pero dónde no hay luz? ¿Qué donde no hay luz, señor?
El hombre me responde: ¡Pues en mi piso!
¡¡Toma!! Así que le digo, y siguiendo con tono alto de voz (el hombre era un poco duro de oído) que a donde estaba llamando es una empresa de ascensores y que tenía que llamar a la compañía de la luz.
Ayyyy, pobre hombre, que me dice qué como se hace eso. Pues como yo soy muy maja, le he dicho que cogiese una factura de la luz para ver el teléfono y así pudiese llamar, porque yo no estoy en Salobreña y no se que compañía trabaja allí. Pero no ha sido tan fácil. El señor me dice que está de alquiler y apenas lleva un mes allí, así que le sugerí que llamase a información telefónica. Ayyyy, ¡hombre! Me pregunta cual es el número, que tampoco lo sabe. Pues como soy tan maja, se lo digo, pero demasiado rápido. El hombre ruega que no le cuelgue, que le dé tiempo para coger un bolígrafo y papel para apuntar. -¡Por supuesto, señor, -le digo. -Cuando lo tenga a mano se lo digo. Un minuto después consiguió apuntar y agradecerme y reagradecerme la ayuda.

Lo de este señor me ha hecho gracia pero me ha motivado. No tiene nada que ver con el señor que llamó hace dos noches porque se le había caído el techo de la cabina en la cabeza. Por supuesto, es una putada, pero cojones, si llamas para dar ese aviso todo indignado (todo lo indignado que la cogorza le debía permitir) no me preguntes qué haces, lo más lógico para cualquier persona es irse a urgencias, que es una de las cosas que le dije, aparte de que llamase al 112 para que hablase con un médico o le mandasen una ambulancia.
Tras cortar la llamada no pude evitarlo, y mirando a mi compañero, me burlé de él y nos estuvimos descojonando de la risa un rato.

Pero de verdad que en el fondo soy maja, aunque sea muy en el fondo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ruinoso

Como el título del post está el edificio, los 3 bloques. El bloque donde yo vivo ha empeorado rápido en poco tiempo. Los dedos de mi mano caben de bloque a bloque. Así, no me he extrañado, no me ha sorprendido, que el Ayuntamiento haya declarado la edificación en ruinas. Y nos ha dejado muy claro el asunto: O se empiezan YA las obras, o nos expropian con la consecuente multa.
Antes panicaba porque la casa se iba a caer. Mi miedo aumentaba cuando veía sin cesar casos de casas, que aún sin grietas, ¡¡PUM!! a tomar por culo todo. Por eso, bueno, es una de las razones, por las que dejé de dormir en la habitación y prefiero dormir en el sofá en plan rollito de primavera.

En un ratito hay junta extraordinaria para volver a tratar el tema. ¿Pero no ven que no hay tema que tratar? Por favor, cueste lo que cueste, hay que contratar una empresa que haga las obras.
Si los viejitos piensan que como les queda ná y menos... pues para qué. Pero hay mucha más gente en la mancomunidad.

Si me quedo sin casa, me quedo prácticamente muerta; pero antes muerta que volver a casa de mis padres.

La ansiedad vuelve a mí. Estoy nerviosa. Vamos a ver...

viernes, 5 de marzo de 2010

CaraPoker

Si lo tengo totalmente superado, no me entiendo. Por qué se me queda cara de poker al leer 2 comentarios de Al y Changa en el perfil de ésta. ¿Y cómo/por qué llegué hasta ahí?
Yo que le cuento con detalles lo que hago me molestó que no me lo contara, y eso que los comentarios tienen fecha de Febrero.
Pues esa tontería me hizo decaer mucho. Y es que no tiene otro nombre: TONTERÍA. Sí, Parba, eso es. Pero por más que repito esa palabra en mi cabeza, no consigo mentalizarme y ha hecho que decaiga mucho mi actitud. De hecho, ayer, le hice un regalo, con el consecuente mínimo ánimo. Hacía tiempo que le daba algo y no me hacía ilusión. Claro que me alegra que le gustase, pero faltaba algo. Al menos para mí.
No sé si sacar el tema. Creo que no, y menos después de casi 15 días.
Seguiré con mi cara de poker y pensando que comienzo a estudiar de nuevo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

HISTORIA 3: la dama y el padre: Fin

En casa del párroco ocurrían unos sucesos terribles. Una de sus hermanas había empezado a pronunciar unos discursos llenos de vaciedades en alemán, lengua que desconocía por completo. Peor aún: cuando ella callaba, los pronunciaba un hermano del párroco, que residía en la misma casa.
La noticia ya corría por doquier. Pronto, el párroco tuvo que admitir que le resultaba imposible seguir viviendo en su casa: se abrían puertas y ventanas, y golpeaban frenéticamente. Toda la noche se escuchaban lúgubres deslizamientos...
La madre del párroco tampoco lograba conciliar el sueño y el mismo párroco terminó por perder los estribos. Llegó al punto de pedirle a un matón del pueblo que durmiese en su habitación. El matón aceptó.
Sin embargo, la primera noche, a los primeros alborotos, se vio que tal medida era inútil. El padre salió de su habitación y corrió escalera arriba para reunirse con su anciana madre. El matón, al no poder seguirle, saltó por la ventana.
La dama, todo lo oía desde la capilla.

En el última sesión de exorcismo, la dama, muy despacio y en silencio, abandonó el sillón y se deslizó hasta quedar tendida en una colchoneta. El padre Veronesi le ordenó estar quieta y responder a sus preguntas. Era inútil.
-Si no puedes responder, alza un dedo; si no quieres, alza dos -le ordenó el padre.
La dama levantó, como costándole un gran esfuerzo, un solo dedo.
A partir de ese momento, los diálogos entre el padre y la dama se volvieron tremendamente lentos y penosos, por lo que se apoderó de la asamblea una sensación general de aburrimiento.
Por fin llegó el 23 de Junio.
Durante la misa, la dama empezó a ponerse muy rara. Eran algo más de las tres, y su salida estaba anunciada para las cinco.
De repente, el padre ordenó a la dama: -¡Levántate y vomita!
Con suma dificultad se fue incorporando, hasta quedar arrodillada y dieron comienzo sus convulsiones.
-¡Vomita! -volvió a ordenarle el implacable padre Veronesi.
Con grandes arcadas, con un esfuerzo sobrehumano, la escena alcanzó el paroxismo.
Al cabo de unos minutos horribles, una materia de aspecto biliosos fue a parar a la palangana. Poca cosa.
Medio ahogada, totalmente desquiciada, la dama no vomitó nada más y fue necesario concederle un respiro.
-Son las cuatro y treinta y cinco minutos -anunció el padre consultando su reloj.
¡Con toda la autoridad que se me otorga, te ordeno, espíritu inmundo, que salgas inmediatamente de este cuerpo! Si sales pronto, te confinaré al desierto, en el centro del Sahara. De lo contrario, te enviaré al infierno.
Era preciso terminar. La frente y el cuero cabelludo de la posesa se arrugaron de manera nunca vista ante las palabras conminatorias del padre. Era un semblante aterrador, y sus músculos estaban completamente desajustados. Parecía como si las pupilas fuesen a saltar de las órbitas, y el labio inferior, muy hinchado, caía como muerto.
En medio del atroz silencio, la dama retrocedió muy pálida. De sus labios surgió de pronto un alarido infernal.
-!VOOOOYYYY!
Incontrolable, se precipitó hacia la palangana y vomitó en abundancia.
Después de la violenta emoción, la dama volvió a su ser natural, muy asombrada. El padre Veronesi la tocó con la estola y le impuso las manos.
-Ya estoy curada -dijo ella, sencillamente.
Ni las manos del padre ni la estola provocaron en la dama el menor estremecimiento. Aliviada, sonreía y la devoción de los asistentes creció de punto.
De todos modos, el padre quería saber de la "bola". Entonces, el doctor cogió su bastón, revolvió en la palangana y apareció envuelta en una especia de tejido bellísimo por su colorido.

De todos modos, la alegría producida por la "liberación" de la dama, se vio ensombrecida por otros asuntos menos risueños. Tan solo unos meses después de todas aquellas sesiones, el padre Veronesi vio llegar al convento a la dama. ¿Qué ocurría?
Es la venganza de Isabó.

Nadie puede vivir en paz.

lunes, 1 de marzo de 2010

ELLA

Contaban de un hombre que se enamoró de una chica, una joven vivaz, inteligente. Le aportaba la tranquilidad, la fortaleza e ilusión de la que él siempre ha carecido.

Este hombre sufría ya que sabía que no era real. Solo se veían por la red. Todo eran impedimentos para poder juntarse.

Se enamoró de una mujer completamente imaginaria que con palabras su corazón penetraba.
Desapareció sin explicación.
Jugando con su corazón.

Ella se cambió hasta el nombre.
Ya no sabe de ella ni por e-mail.
No dejaba ni un mensaje de texto.
Ya no respondía ni al teléfono.
Será que se busco a otro.

Sigue buscando pero no aparece. Su amor crece y crece.
A veces sufre el que menos se lo merece.

Él sigue llorando por días, por meses, gritando ¡VUELVE! para que el sufrimiento cese.

Solo le queda una foto.

Él día a día se va derrumbando.
Decía: "me agoto y me quedo con el corazón roto".
Sigue buscando, de amor enfermando porque de su vida tiene el control remoto.
Enfermo de amor, borracho y loco.

El mundo exterior consiguió llevarse a su amada e idealizada figura.

Él la sigue buscando y buscando.

miércoles, 10 de febrero de 2010

HISTORIA 3: la dama y el padre: III

¿Quién eres? ¿Que significa eso de Isabó? -Preguntó el padre.
El rostro de la dama cambió varias veces de expresión, con diversos gestos sarcásticos. Después, como para impedir que el exorcista siguiera formulándole preguntas, empezó a insultarlo. Mas no consiguió impresionarle.
-¿De dónde vienes? - Preguntó el padre.
-Me hablas como si yo fuese tu esclavo.
-¡Dime de donde vienes!
¡NO!
La dama volvió violentamente la cabeza y luego se quedó inmóvil. El padre Veronesi reanudó su ataque.
-¡En nombre de Dios, ¿DE DÓNDE VIENES?!
-De lejanos desiertos- apenas audible la contestación.
El grupo de testigos no podía soportar por más tiempo aquella violenta sucesión de rostros mudables, pues la dama pasaba del desdén a la cólera. Sarcástica a veces, siempre violenta, imponía un gran respeto a todos.
-¿Por qué entraste en este cuerpo?- fue la siguiente pregunta.
-Por un fuerte amor del que no se halló correspondencia.
-¿No hay correspondencia por parte de quién?
-¡Eres un estúpido!
-Contesta. ¿Quién no corresponde a ese amor?
-¡Este cuerpo!- gritó la mujer, pegándose un tremendo puñetazo en el pecho.
-¿Y por qué no te corresponde?
-Porque eso no es justo- fue la respuesta de la dama.
-¿O sea que este cuerpo es una víctima tuya?
La dama se echó a reír, una risa insoportable. El semblante resultaba espantoso, ya que para reír no abría la boca.
-¿Cuándo entraste en este cuerpo?
La dama empezó a retorcerse y hubo que sujetarla.
A partir de este momento, la emoción fue creciendo de punto. La dama declaró que el Malo había entrado en su cuerpo por culpa de la asquerosa operación mágica de un brujo. Un vaso de vino, carne de cerdo, unas gotas de sangre y unas imprecaciones habían bastado para ello.
El padre, confundido, tal vez ensordecido por los gritos de la dama, cambió de tema.
-¿Has invadido sólo este cuerpo o los de los demás miembros de la familia también?
-También los de los miembros de la familia.
-Dame una prueba.
-Cuando este cuerpo se siente mal, la familia está indispuesta.
-Simple caso de telepatía.
-¡IDIOTA!
El choque frontal motivó un nuevo cambio de perspectiva.
-¿Cuánto se empleó para entrar en este cuerpo?
-7 Días.
-¿Dónde se llevó a cabo esta entrada?
-Aquí, en una mansión de Piacenza.
-¿En cuál?
-No preguntes... ¡no puedes preguntar! -exclamó la posesa.
-Ahora, VETE -ordenó el padre Veronesi.
-¡NO!
-¡VETE!
-¡JAMÁS!
-¡VETE!
-No, soy Isabó y no me iré.
La tensión llegó al punto culminante. Con un esfuerzo sobrehumano, la dama logró desasirse de las manos que la sujetaban, y se abalanzó contra el padre. Pese a la reacción instantánea de todos los asistentes, la dama logró quitarle la estola morada al padre y la destruyó con los dientes.
-¡Han empleado 7 días para hacerme entrar en este cuerpo! -gritó, echando espuma por la boca, y ¿tú pretendes arrojarme de él?
-¡SAL!
Pero la dama se aplastó aún más contra el suelo, retorciéndose.
Tras varias preguntas y órdenes enérgicas, más o menos bien encaminadas, la dama dejó de gritar.
-¡Saldré cuando arroje la bola que llevo en el vientre!
Todos dedujeron que la bola era el pedazo de cerdo utilizado por el hechicero. Inmediatamente, trajeron una palangana.
-¡Vamos! -ordenó una vez más el padre Veronesi. -¡VOMITA!
Dramáticamente, la dama volvió la cabeza a la palangana y con gran facilidad vomitó algo, que nadie supo lo que era.
Todos estaban agotados, y la dama, después de vomitar, se quedó dormida.
Quizás alguien pensó que aquello era el triunfo. Mas pronto resultó evidente que harían falta más sesiones como la que se había dado lugar.
Dos días después tuvo lugar la segunda sesión.
Una tercera, y en la cuarta, a primeros de Junio y en presencia de las mismas personas, se produjo un diálogo curioso.
-Han ligado 3 plantas y ahora estoy conjurado por tres veces.
-¿Dónde están?
-No soy quien debe enseñarte estas cosas.
-¡En nombre de Dios, te conjuro a que me digas dónde están!
-¡No lo puedo decir!
Al cabo de un largo y penoso silencio, la dama dio dos nombre y dos lugares, indicando que la tercera planta estaba en el fondo del río Po.
-¿Con qué fueron ligadas?
-Con un hilo de lana blanca.
El padre Veronesi pensó que quizá lograría algo si conseguía desligar las malditas plantas.
-¡Enséñame a desligarlas!
-No puedo.
-¿Por qué no?
-Porque cuando se hizo esto, quisieron que no lo revelara.
-¿Cuándo se desligarán?
-2 ya lo están- fue el sorprendente anuncio de la posesa.
-¿Y cuándo quedará desligada la tercera?
-Mientras esté el depósito, la planta no se desligará.
Se dedujo que el misterioso depósito no era otra cosa que la famosa bola que, al parecer, la dama había ingerido siete años antes durante la diabólica operación.
-¿Cuándo saldrá el depósito?
-Cuando quieras, dijo temblando la dama.
-Ahora mismo. Levanta y vomita. ¡VOMITA! Le ordenó.
-No, no vomito. Me niego, hoy has hecho ya demasiado.
-¡En nombre de Dios, haz que esta criatura expulse todo lo que haya absorvido por el maleficio!
Presa de un terrible ataque convulsivo, la dama terminó por vomitar. Después, se fue calmando.
Entre lo declarado por la dama, lo que más había llamado la atención del padre era lo de esas misteriosas plantas ligadas por el hechicero, un segundo personaje y ella misma.
De pronto, tuvo una idea. ¿Por qué no aprovechar uno de los períodos de lucidez de la dama y pedirle explicaciones al respecto? Y así, delante del marido, sin rodeos de ningún tipo, le preguntó si alguna vez había "ligado" plantas. Al oír la pregunta, la mujer quedóse estupefacta.
-Sí, "ligué" una- dijo, sonriendo tímidamente, en el fondo del río Po, porque le habían asegurado que era el método más eficaz para obtener una curación rápida a sus ataques, pues por medio del hilo de lana quedarían aquellos atados a la planta y abandonarían su cuerpo. También confesó que no sabía si en otro lugar había dos personas haciendo lo mismo y admitió que hacer aquello fue contra producente.
En la sesión del 11 de Junio, el padre inquirió:
-¿Qué ha de hacer este cuerpo para no ser invadido?
-Debe entregarse a ese hombre. Debe abrazarle.
Sin dar opción a intervención del padre, añadió que su salida del cuerpo tendría lugar el 23 de Junio de 1920.
Toda esperanza era vana. En una novena sesión, se manifestó un compañero muy poderoso de Isabó: Eslender, pérfido y perverso.
En medio de una terrible tensión, mientras los espectadores del drama se agarraban a sus asientos y la posesa se retorcía en el suelo, la enérgica voz del padre ordenó a Eslender que bajara al infierno rápidamente. Después de expresada esta orden, la mujer se calmó.
-¿A dónde ha ido Eslender?- indagó el padre.
-Al cuerpo de una persona conocida.
-¡¿Eh!? ¡Esto es espantoso! -¿Por qué? apremió a Isabó.
-Porque tú no lo destinaste a ninguna parte.
-¡Mientes!- ¡lo destiné!
-Entonces no fuiste capaz de vencerle. Yo soy más poderoso que tú. Yo soy más veloz de pensamiento que tú; cuando te disponías a darle la orden, yo ya le había dado la mía.
El padre Veronesi como último recurso, tomó la cruz en sus manos y la colocó sobre la cabeza de la dama.
-¿Ha salido?
-Sí, ha salido, a la casa del párroco Pallaroni.
-¿Qué hace allí?
-Habla lenguas extranjeras, grita y desvaría.
Ésta, la novena sesión, acabó en un gran fracaso.
Naturalmente, todos se apresuraron a averiguar qué sucedía en casa del párroco.

martes, 2 de febrero de 2010

Historia 3: La dama y el padre II

Sabedora de que un párroco de las colinas de Piacenza era célebre por sus bendiciones, decidió ir a verle un domingo. En un carruaje con caballos, acompañada de su marido y sus padres, emprendió la marcha.
Al parecer, el viaje fue normal hasta que, de repente, los caballos frenaron en seco, rígidos, con el cuello muy estirado. Ni los más fuertes trallazos lograron hacer que avanzaran un centímetro. En ese instante, la dama saltó fuera del coche y se zafó de su marido. Fue imposible detenerla, y la mujer, siempre según ella, echó a volar.
Casi a un metro por encima del suelo, sobrevoló los campos y remontó la colina donde estaba la iglesia. Había mucha gente agrupada ante la puerta y su espectacular llegada produjo una reacción indescriptible. Los perros ladraban, las gallinas revoloteaban y todos soltaron un grito de terror, abriéndole paso.
La dama acertó a entrar por la puerta entreabierta de la iglesia, y cayó justo frente al altar mayor, donde estaba colocado un cuadro de San Expedito.
Allí se quedó hasta que el párroco, sin preguntarle nada, la bendijo en medio de una multitud de curiosos. Inmediatamente volvió en sí y durante varios días se comportó de un modo completamente normal.
La dama en cuestión le preguntó al padre Veronesi qué opinaba de su relato, y el padre, con paciencia, comprensivamente, admitió que todo aquello era muy raro, pidiéndole que volviera a verle siempre que quisiera. Si él no estaba, siempre encontraría a algunos de los hermanos.

A los pocos días, la dama volvió al convento. El padre Veronesi la atendió en persona. ¿Podía bendecirla? La dama se instaló junto a una columna del presbiterio, y así pretendió recibir la bendición, a lo que el padre no se opuso, dando comienzo a sus plegarias.
La dama, que le escuchaba con gran recogimiento y devoción, cerró los ojos, y de pronto, empezó a cantar. Su canto era hermoso y hondamente conmovedor. Tan poderoso era, que atrajo a todos los niños que jugaban en la plaza y en torno a la iglesia.
Asimismo, el padre Focaccia, que andaba por allí, quedóse maravillado. Sin embargo, mientras el padre Veronesi proseguía impertérrito sus oraciones, la dama pasó de la armonía al caos. Dejó de cantar y, sin moverse, empezó a proferir frases coléricas en una lengua desconocida. Pronto se oyeron unas maldiciones.
Aquella noche, el padre Focaccia fue a ver al padre Veronesi.
- Preguntó el padre Focaccia: ¿Qué piensa, padre, de tan rara señora?
-Pues creo que es un caso normal de histeria. No estoy muy impresionado porque en el manicomio he visto casos muy parecidos. Sin embargo, el padre Focaccia, que no estaba acostumbrado a tales casos, tenía una hipótesis completamente distinta. Según él, la dama en cuestión estaba verdaderamente endemoniada.
Primero, el padre Veronesi se negó a dejarse convencer, más ante la insistencia del otro, le entraron dudas y a la mañana siguiente fue a ver al monseñor Pellicari. Naturalmente, ante el alto dignatario de la iglesia repitió su opinión respecto al histerismo, mas el obispo le formuló ciertas preguntas y llegó a la conclusión de que el padre Focaccia tenía razón. Entonces, le ordenó a Veronesi que exorcizase a la nueva obsesa. No había más remedio que obedecer.
De todas formas, el padre Veronesi fue a ver al director del manicomio de Piacenza. El doctor Lupi era amigo suyo y pudo exponerle el caso con entera confianza. Ambos convinieron en que el doctor asistiría a todas las sesiones de exorcismo. Acto seguido, el padre fue en busca de otras personas, pues necesitaba unos testigos inteligentes y templados. Luego, se puso de acuerdo con el padre Justino, que era un excelente taquígrafo. El padre Veronesi deseaba proceder con la máxima seguridad y con rigor, y cumplió integramente las normas del ritual romano.
El 21 de Mayo de 1920 , después del mediodía, la posesa dama fue llevada a un sillón de mimbre colocado frente al altar mayor de la capilla de Santa María de Campania. No opuso, por lo visto, resistencia alguna, y tras ella, en un semicirculo, se hallaban sentados todos los testigos. A la derecha del altar se situó el doctor Lupi, y a la izquierda, en un pupitre asaz incómodo, el padre Justino, dispuesto a no perder taquigráficamente ni una sola palabra. Sobre una mesita, a su lado, había un recipiente con agua bendita, un hisopo, una sobrepelliz morada y una estola del mismo color. La tensión entre los reunidos era enorme.
El padre Veronesi entró majestuosamente y subió las gradas del altar. La posesa no interrumpió la misa en ningún momento.
Terminada la santa ceremonia, Veronesi comenzó a prepararse; el exorcismo iba a comenzar.
A continuación, todos los asistentes rezaron y el padre entonó el Salmo 53.
Lo mismo que durante la misa, la dama permaneció en plena calma, aunque era evidente que su tranquilidad era excesiva, falsa, postiza. Estaba rígida, inmóvil, con la mirada ausente.
La voz del exorcista resonaba en la pequeña capilla y la tensión general era enorme. La calma de la posesa dama presagiaba, sin duda, algo espantoso.
Después de las letanías, el exorcista llamó solemnemente a Dios.
Esto ya fue demasiado. De repente, ese llamamiento sacó a la dama de su ensueño. Levantó rápidamente los brazos, los bajó lentamente y se tomó las puntas de los pies con las manos. Es de imaginar la reacción de los testigos al ver que, doblada hacia delante, la dama daba un prodigioso salto hacia delante. Después de esta pirueta, se desenroscó y quedó inmóvil en el suelo, completamente estirada. Su rostro, terriblemente contraído, era una verdadera mueca de odio. Al igual que las palabras que espetó al exorcista.
- ¿Quién eres tú, que osas medirte conmigo? ¿No sabes que soy Isabó, el de las largas alas y los poderosos puños?
Todo lo demás fueron insultos. El ataque diabólico fue tan extremado, tan repentino e incontenible, que el padre Veronesi estuvo a punto de ser derrotado.
Durante un instante, la dama guardó silencio. El diablo no dijo, o repitió su nombre, ni indicó el día de su salida de aquel cuerpo.

jueves, 21 de enero de 2010

HISTORIA 3: La dama y el padre

Una dama de aspecto totalmente normal se presentó en la iglesia del convento de Santa María de Campania, en Piacenza. Era una tarde del mes de Mayo de 1920.
La dama allí, encontró al padre Paolo Veronesi, y le pidió la bendición. Una vez bendecida, le preguntó al padre si podía hablar con él a solas unos minutos.
Bien, a las primeras palabras, la dama dejó de comportarse con normalidad. Le contó al padre que todos los días, y sin poder dominarse, bailaba a ritmo de tango durante horas enteras; como si la moviera una fuerza ajena a ella. Y finalmente, caía desmayada. También contó que era capaz de cantar canciones y fragmentos de ópera que nunca había escuchado antes. La armonía de su voz y el carácter incontenible del canto la impresionaban. ¡No era para menos! Además, medio cantando, medio recitando, se dedicaba a aterrorizar a sus hermanas, profetizándoles un final muy próximo y muy trágico, incluido el suyo propio.
Ciertos días, la dama no podía reprimirse y lanzaba, en idiomas extranjeros, alucinantes discursos a multitudes imaginarias. Acababa, finalmente, destruyendo a dentelladas todo lo que hallaba a su paso. Al parecer, de este modo había destrozado su ropa interior y la de su marido.
A veces se deslizaba entre mesas y sillas, maullando fabulosamente. En ocasiones, éstos se tornaban alaridos humanos de intensa potencia, aterrando a vecinos y a su propia familia.
Veía cosas que ocurrían a muchos kilómetros de su casa. Y por lo visto, también era capaz de notables acrobacias. De cuando en cuando, cedía a un impulso irresistible y saltaba de una silla a otra, de una habitación a otra, como en un vuelo.
Estos ataques terminaban cuando caía al suelo, agotada, quedándose completamente inmóvil. Y así pasaba días enteros. Cuando despertaba, su esposo y sus hermanas le contaban que su cuerpo había estado hinchado y ennegrecido de extraña manera.
- Créame, padre, que mi existencia se ha convertido en un verdadero infierno. Soy madre de 2 niños y pienso en la muerte como en un descanso, como en una liberación. -
El padre Paolo Veronesi apenas pudo ocultar un penoso escepticismo. Esto se debía al hecho de ser el capellán del manicomio de Piacenza. Con su enorme experiencia, no necesitaba mucho más para convencerse de que se trataba de un claro caso de histeria.
_¿Han sido estudiadas estas alteraciones? -preguntó el padre.
_Sí, por mucha gente -respondió la dama.
_¿Y hace mucho que suceden? -siguió interrogando el padre.
_Hace 7 años, y he recorrido todos los consultorios clínicos de Piacenza y en todos me han dicho que padezco un proceso histérico.
_Pero usted no está muy convencida... -siguió el padre.
_No, porque jamás fui histérica ni tampoco estoy loca -fue la contundente respuesta de la dama.
Incapaz de volver a visitar a los médicos, la dama contó que a pesar de experimentar bastante repugnancia, se había dedicado a recorrer las iglesias de la región. Estaba convencida de que solamente la ayuda de Dios podía salvarla. Una y otra vez visitó las iglesias, pidiendo siempre la bendición. Estaba convencida de que ésta le procuraría, algún día, el alivio a su mal.
Finalmente, sin saber qué hacer, pues temía que los sacerdotes repetidamente solicitados la tomaran por loca, había acudido a esta nueva capilla.
El padre Veronesi, acostumbrado a tratar con las personas raras del manicomio, la animó a continuar su relato. Y ella le contó entonces una notable anécdota.
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martes, 19 de enero de 2010

1+

Ya casi somos familia numerosa.

Me encantaría el día de mañana, poder tener un terreno, como la huerta de mis abuelos, y vivir rodeada de animales (de los de 4 patas y no humanos).

Ahora están Lukas y Misery en casa, Fiera y Charlot en su casa y la última, pero no en ninguna casa, es Tula, que está en una protectora de animales.
Tula es una perra común, que como otros tantos perros, son abandonados porque ya no son cachorros o conllevan mucha responsabilidad o vete a saber... buffff.


En uno de esos días que libro y hago un pequeño repaso a los blogs a los que soy asidua, en el refugio de brown, colgaron un post sobre una perra abandonada en Zafra (mmm, creo, no recuerdo muy bien). Cuando vi las fotos de la perrita, se me rompió el corazón y decidí apadrinarla. Por ello abono 5 euros al mes, aunque si puedo, doy un poco más.

Me van contando sus mejoras, algún revés, que los hay dado el estado en el que se encontró.

Si algún día cuadra y pasamos por Badajoz, iré a verla.


lunes, 18 de enero de 2010

ERES

Eres quién supo enseñarme. Quién sigue enseñándome.

Has sido el segundo en mi vida pero el primero en amarme.

Conoces hasta la más intima parte de mi cuerpo. Eres dueño de mi cama.

Cuando estés afligido, sabes donde encontrarme.

Y si algún día intentas que te odie, entonces, mi amor se hará más grande.

lunes, 11 de enero de 2010

Pocas Luces


Aquí es donde paso muuuuchas noches. Ese tonto vicio de trabajar para poder vivir.
Por suerte, no es costumbre trabajar como en las condiciones de la foto. Obviamente se ve oscuro, y no porque la cámara del móvil sea una mierda, no no, se fue la luz en el departamento y la ups, falló. Pero, ¿por qué el resto del edificio tenía luz?
Y cómo la aplicación también se fue a tomar vientos, había que coger los avisos a mano, daba igual que no hubiera luz. -Te abres word y los apuntas ahí-. Es lo que se nos dice porque comentamos que apenas se veía para poder escribir en un papel.
La aplicación se reparó en, relativamente, poco tiempo. Tampoco es que se viera mucho mejor. Y es que la luz volvió sobre las siete y media de la mañana. Luego me enteré que la luz no se había arreglado antes porque no se lo dijimos a uno de los trabajadores que acudió al edificio (previa llamada de socorro). ¿No está claro que está oscuro? Un trabajador de verdad lleva un mono currado, las manos curtidas con su uñas con restos de roña, y no un viejo barrigudo con corbata, y seguramente con trajes de marca que no todos pueden tener. Si se hiciera una carrera "reparadora" entre los dos tipos de trabajadores, estoy segura que los primeros ganan abismalmente a los segundos.

Creo que debo plantearme muy seriamente, estudiar algo o buscar otro trabajo, o en su defecto cambiar de campaña, aquí las cosas van de mal en peor.

Y me cago en tó lo que se mueve, como hoy he estado sola, al final se me ha olvidado hacer la nocturnidad al técnico de Sevilla.

martes, 5 de enero de 2010

Final de fiestas

Esta noche vienen los Reyes Magos. Ya termina toda la hipocresía que yo creo que se dan en estas fechas. Termina toda la parafernalia que se monta. No me atraen para nada las fiestas navideñas.
Al final cené sola en Noche Buena, como cualquier otro día de trabajo. La noche fue dura, nos llovieron ostias como panes, y como la coordinadora es tan brillante, la persona que puso de refuerzo es una compañera que sufre bajas consecutivas y de larga duración. Sabe que esa persona no está bien, y aún así, la pone para trabajar. Claro, así pasa lo que pasa, solo dos personas para atender a toda España. Un aplauso para mi jefa. Al menos, dejaron cattering para nosotras, porque otros años no había nada, porque el personal anterior se lo había comido. Es una tontería, pero los detalles, al fin y al cabo, cuentan mucho.

La Navidad, fui a pasarla a casa de mis padres, donde no se hizo nada, ya que es una familia totalmente destructurada con el agravante de que mi madre no está bien de mente. Y para más señal, ese día, antes de acostarme me enteré que mamá fue diciendo que no iba a pasar con ellos la Noche Buena porque me iba por ahí... Sí, claro, me lo pase de coña trabajando 10 horas nocturnas. Eso me dolió...

Por supuesto, Noche Vieja he librado y este año si he comido las uvas. Me divertí porque no dejé que las represalias de mi progenitora volviesen a joderme. Y es que según ella DEBÍA cenar esa noche en su casa. ¿¿Debía?? Más bien yo soy quien decide donde pasar la Noche Vieja o cualquier otra noche o día. Dejé bien claro donde iba a pasarla y claro, como no es lo que ella quiso, pues amenazas, insultos (por las dos partes, que no me callo a estas alturas de la vida). Aparte de quitarme los abrigos o juegos de sábanas que me regaló cuando compré la casa... Pffff, siempre con las cosas materiales, qué aburrimiento, más de lo mismo.

Así que he trabajado Noche Buena, Navidad y hoy, la noche de los Reyes Magos. Otro año más, y me jode, no porque vaya a irme de juerga o yo qué sé, pero trabajar siempre las mismas fiestas me harta, y más cuando la brillante mente de mi jefa me dice que yo debo trabajar Reyes porque no tengo hijos. ¿Por qué debo escuchar y ver tantas tonterías?

Lo dicho, por fin se acaba la Navidad.