jueves, 6 de enero de 2011

Todo tiene su fin

Estoy hasta donde me paso la esponja de tanta fiesta; navidad esto... navidad lo otro, noche buena y noche vieja, año nuevo y hoy, para poner la guinda, los reyes magos. Todo esto lo englobo en una sola palabra: cinismo. Las felicitaciones, la mayoría por compromiso. Y qué me dices de hacer regalos... Yo hago un regalo a alguien a quien aprecio y lo hago porque me apetece, no porque toque hacerlo. Ese sentimiento de compromiso cada vez que me hacen un regalo en estas fechas ya desapareció hace un tiempo.

Confieso que Belén, me ha llegado hasta el fondo, y es que el regalo que me hizo por reyes, y sobre todo la manera de hacerlo, me emocionó a tal escala, que todavía lo recuerdo y lloro. Solo en ese momento sentí que eran fechas amables.


Supongo que por suerte para algun@s y por desgracia para otr@s, esto llega a su fin.

A mi punto de vista, prefiero la puta realidad a la entrañable irrealidad.
¿Tú qué crees?