domingo, 31 de julio de 2011

¡Ojo!


No me sienta tan mal la edad de cristo.
Y por una vez voy a seguir el consejo de un adulto.

**Cariño, si yo tuviera tu edad, jodería más que una china en un ojo**

jueves, 28 de julio de 2011

Fiesta


Este mes de Julio está repleto de cumpleaños. Cada dos días suena la alarma de móvil para recordarme quien cumple un año más.
Hoy ha tocado el de mi tía, la cachonda, y he ido con su hermana, la amargada de mi madre.
Hemos llegado muy pronto, y eso que mi tía pre-avisó que no llegásemos antes de la siete de la tarde. Qué aburrimiento, dos horas jugando al super collapse del móvil. A las nueve y media ya estábamos a la espera de mis primos, y en dos cañas y una coca-cola light, ellos llegaron. Les seguí hasta el lugar donde íbamos a cenar. Por Aluche, en un restaurante chino, buena elección aunque para nada esperada, al menos para mí.
Jajas y más jajas y besos y abrazos antes de la entrada al local, y más jasjas al sentarnos a la mesa.
He disfrutado tanto cuando mi primo vacilaba y le quitaba la razón a la historia que mi madre les contaba sobre lo sucedido con mi hermano en Valencia... Y seguía contando y repitiendo la historia, pasando por gran mártir, y mi primo seguía metiendo el dedo en la llaga. Me ha encantado la frase en la que mi primo decía -Has perdido un hijo, tía, no me extraña. Esperemos que nosotros no hayamos perdido un primo.-

Natural interrogatorio familiar; El Amor, ¿y cómo es él? edad, nombre, trabajo, tamaño de la polla... Les he dicho de donde era y se han quedado boqueabiertos, tanto, que pensé que imaginaban que es extraterrestre y yo subnormal.
La cena terminó bien. A la salida se venían los adiós. Me he despedido de ellos, lo normal, pero de repente mi madre ha sufrido una de sus típicas paranoias, cogiéndome del brazo; me ha hecho daño y me reprocha que me queje por ello; a las bravas ha forzado nuestra marcha.
Qué triste tener que aguantar tanta niñería por parte de una señora a la que encimo le debo no sé cuantas cosas.

lunes, 25 de julio de 2011

De repente parecía importarle a más gente de la que incluso sabía de su existencia.
Quise desaparecer al ritmo unisono de mis lágrimas.

Pero ya que la vida siempre está embriagada, decidí embriagarme yo también y no ser menos que ella...


El verbo hablar

Cada vez usamos más el verbo hablar. Cada vez resulta más accesible hacerlo y aún más fácil, hacerlo de mala manera.


Hace poco fuimos al trabajo a recoger un cargador y a nuestra "Rompedora" se le quedó cara de poker cuando nos vio juntos. Ya contábamos que eso sería de largas y debatidas "charlas"... Me importa más bien nada que digan o dejen de decir.
Y la semana pasada, en casa de mi tía; más maja por cierto... Pues hablando o más bien levantando el tono de voz, semos verduleras, es lo que hay... acabé hablando por teléfono con otra tía mía, una de Valencia. Como nos vemos de uvas a peras, me preguntó por el novio y yo que no miento, le conté que se había acabado, previa información de que otro de mis primos, también Valenciano, pues lo había dejado con su chica. Vaya temazo de conversación. Pensé en que me tenía que haber metido la lengua debajo el sobaco. Lo de mi primo, pues es su vida, como la de cualquier otr@; Apenas me importa mi vida, me va a importar la de los demás.
Pero la cuestión es que hay que hablar.