lunes, 25 de julio de 2011

El verbo hablar

Cada vez usamos más el verbo hablar. Cada vez resulta más accesible hacerlo y aún más fácil, hacerlo de mala manera.


Hace poco fuimos al trabajo a recoger un cargador y a nuestra "Rompedora" se le quedó cara de poker cuando nos vio juntos. Ya contábamos que eso sería de largas y debatidas "charlas"... Me importa más bien nada que digan o dejen de decir.
Y la semana pasada, en casa de mi tía; más maja por cierto... Pues hablando o más bien levantando el tono de voz, semos verduleras, es lo que hay... acabé hablando por teléfono con otra tía mía, una de Valencia. Como nos vemos de uvas a peras, me preguntó por el novio y yo que no miento, le conté que se había acabado, previa información de que otro de mis primos, también Valenciano, pues lo había dejado con su chica. Vaya temazo de conversación. Pensé en que me tenía que haber metido la lengua debajo el sobaco. Lo de mi primo, pues es su vida, como la de cualquier otr@; Apenas me importa mi vida, me va a importar la de los demás.
Pero la cuestión es que hay que hablar.

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Pocas cosas he hecho bien pero en cambio he conseguido no hablar apenas.
Y cada día voy mejorando.

Besos.

Rebeca Avila dijo...

Como decia mi abuela eres esclavo de lo que hablas y dueño de lo que callas.

ოᕱᏒᎥꂅ dijo...

hablar es sanísisimo!! además no dijiste nada que no fuera cierto, verdad?? pues eso....

Anónimo dijo...

Hablar por hablar. Esa soy yo, de una verborrea que raya en la diarrea dialéctica con tal de que nadie note que soy una tímida e insegura enfermiza.

Teseo dijo...

Yo soy de extremos: o no hablo apenas, o me enrollo como una persiana. Vamos, de mudo a verborreico, y viceversa. Y de malas maneras, en mi caso, es quedarse corto. En fin...

PARBA dijo...

Qué frase tan sabia la de tu abuela, rebe.

Hablemos, por supuesto, pero a las claras.