viernes, 24 de julio de 2009

UCSI

Han operado a la mamá de una hernia.
Antes de que entrara a quirófanos, decidí ir a donar sangre. Suelo hacerlo siempre que voy con mamá al hospital. Además, como estoy jodida de dinero, que mejor manera de comer sin gastar: un bocadillo de tortilla de patata y una coca-cola light solo por darles un poquito de oro rojo.

Mi hermano y yo hemos acabado hasta "el arco del triunfo" de estar en el hospital. Desde la una y cuarto del mediodía hasta las nueve y media de la noche.

Cuando eran las siete y aún no había salido ningún médico, deducimos que algo más serio habría pasado, porque aunque la intervención conlleva anestesia total, es una cirugía sin ingreso.

Cuando por fin nos llamaron, porque ya estaba en la sala de recuperación, mi madre me contó un poco por encima, que le había dado un yuyu.
Entre que expulsa mal la anestesia y que es una histérica, no me sorprendió para nada lo del jamacuco.

Mi padre tiene coche. Mi hermano tiene coche. Yo, tengo coche. Ninguno de los tres llevó coche al hospital para poder hacer el desplazamiento a casa. Pero bueno, tomamos un taxi, un Mercedes. Y se iba de puta madre en el "cochecito". Tardamos poco en llegar porque apenas había tráfico por el centro de Madrid. Es lo que tienen los meses vacacionales...

Una vez comprados los medicamentos y llegado a casa, le preparé algo de beber para que tuviera algo en el estómago para poder tomar la pastilla. Tras eso, les dije a todos que me piraba a mi casa; tenía ganas de estar en mi casa y poder dormir una noche en ella, con Lukas y Misey cerca de mí.
Llegué muy tarde y se me hizo hasta extraño estar allí a esas horas.
Me quedé dormida; no sé a qué hora ni cómo, en el sofá. Tampoco recuerdo haber apagado la televisión, pero cuando desperté, no estaba encendida. Bueno... A lo mejor los gatos...

Quedé en que volvería hoy a su casa, y aquí he estado todo el día. Haciendo no mucho, pero algo. Fui a casa de su jefe, para llevarle la compra y bajarle la basura. Y es que el hombre es muy mayor y su salud, sobre todo su movilidad, es bastante escasa. Cuando me iba a ir, este señor me hizo entrega, para mi madre, de un billete de 50euros para que se tomase una gaseosa ¡¡¡!!!
Al regresar a casa, entregué el dinero y ella me daba 5euros, los cuales dije que no los quería (que se los meta por el culo).
Reconozco que ella me hizo el favor de ir a dar de comer a los gatos cuando hemos estado de vacaciones, pues ahora se lo devuelvo.

Estar en casa de mis padres más de tres horas se hace excesivamente incómodo, pero como está mi hermano, pues entre los dos lo vamos llevando mejor.

Por la tarde, mi hermano se ha decidido ir a por una pizza. A todos nos apetecía comernos una mediana. Y estaba deliciosa. Hasta mamá, que no hace más que ir contando que no tiene ganas de comer porque se encuentra muy malita, se zampó 2 porciones en un pis-pas. Carallo con la enferma. No digo que no se encuentre molesta por la herida, vamos, lo lógico tras una operación, pero le echa más cuento que calleja. Yo lo flipo, porque cuando llaman para hablar con ella y preguntarla cómo está, de su boca salen más mentiras que pedos de mi culo (los cuales últimamente escasean y es muy incómodo, pero no voy llorando por las esquinas).


Voy a ducharme, creo que huelo demasiado a humano.

5 comentarios:

Teseo dijo...

Bueno, que te recuperes de la hernia de tu madre.

Un saludo.

PARBA dijo...

Eso espero, gracias. Uf...

Unknown dijo...

Jajaja, si, las patatas con mayonesa siguen en el frigo, pero la pizza de pollo se la zampaba que daba gusto.

Todos sabemos que en la próxima operación le dan el óscar.

Yo dijo...

¿Lo de que olés demasiado a humano es para indicar que no te gusta rodearte de tanta gente?

PARBA dijo...

JUAJUAJUA, qué bueno, hermano. Y sigue...
El viernes nos vemos.

Lo del olor a humano es porque sudo como agua sale por una manguera, y claro...
Me incomoda bastante los grupos de personas.