viernes, 9 de octubre de 2009

Paranoia a la madrileña

Ayer fue desesperante. Llorando por tener sueño y no poder dormir, sin saber qué hacer para calmar esa jodida ansiedad.

Haciendo cálculos llevo 20 horas sin dormir. Lo he intentado en el trabajo, pero una silla nunca será un cómodo lugar para hacerlo.


Y dan las siete de la mañana, la hora crítica. Entran las "osea" y las que quieren serlo pero no pueden, que es peor.

¿Cómo puede ser que una persona esté hablando durante 26 jodidos minutos de maquillaje?? Y tras esto, el siguiente tema de conversación es de lo cansada que está miss "osea" porque la tarde anterior, -jo, tía- se ha tirado toda la tarde de compras.

Qué dolor de cabeza.

Por fin, las ocho, me piro cagando ostias. Y la verdad, casi me cago.

Qué retortijones en la barriga.


Ya he dejado el coche en el taller. Y hoy está más lejos. Al menos he llegado a casa antes de lo pensado, sin tener ovarios para hacerlo andando. El tobillo me está matando de dolor y aumentado por tener la sensación de parecerme a la viejuna de mi madre, que siempre le duele todo.


Cada año que pasa envejezco el doble y encima tengo que dar gracias.

Me arrancaría el alma pero ella no tiene valor.

Nunca abro los ojos hasta que me voy a estrellar, así pienso, ¿es mejor ir a ciegas?

Mejor me voy a la cama y no pienso, que se me da mejor.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

De eso ya hace unos días. Espero que estés mejor.
El ataúd acolchado o a la brasa.
Una de dos.

Saludos.

TORO SALVAJE dijo...

Me refería "el muerto" a la brasa.
O sea, incinerado.

Saludos.

Southmac dijo...

Yo también tengo la sensación de envejecer dos años por el precio de uno. Excelente.