lunes, 7 de septiembre de 2009

Negocios

Tras unos años en el mismo trabajo, los cuales han parecido siglos, María accedió a la oportunidad de cambiar.

Es cierto, ese puesto daba estabilidad, pero no sé de qué tipo; para poder pagar los gastos que conlleva vivir.


Llegó el día de la entrevista. María iba vestida de manera muy sencilla, pero de sencillez tan deliciosa... que es mejor dejarlo a la imaginación.


Transcurrieron como dos horas de entradas y salidas de candidatas. Qué curioso, todos los aspirantes al puesto, eran mujeres.

Por fin llegó el momento de María. Entro al despacho, cerró la puerta tras ella y tomó asiento, que previamente la empresaria le había ofrecido.


La empresaria, una mujer muy atractiva, un despacho amplio y atractivo, como ella. Encima de la mesa, todo el trabajo colocado y la placa con su nombre y cargo.


Tras múltiples preguntas de rigor, pidió a María, -por favor, levántese- lo que hicieron las dos prácticamente de manera simultánea, cogiéndola de la mano para acercarse al gran ventanal del despacho. Y sin saber cómo, ni falta que les hizo, dada una complicidad nirvánica, hablaron de "sus cosas". Y de nuevo, sin saber cómo, toda aquella palabrería empezó a calentarse.

Sin darle mayor importancia, la empresaria preguntó a María si alguna vez había tenido sexo con una mujer, a lo que María, un tanto asombrada por la pregunta, respondió que no, añadiendo que sólo se había dado algún beso jugando con alguna amiga...


Entonces la empresaria aprovechó para confesar ser lesbiana.


Pasó por detrás de María para asegurar la puerta del despacho. Se dio la vuelta, y en esta ocasión quedó tras ella. Y poco a poco se sacó la camisa y deslizó la minifalda que llevaba, mientras María, inmóvil, frente al ventanal de espaldas a la empresaria.


Ésta comenzó a tocarle las tetas por encima de su blusa, y a pesar de su asombro, María no dijo nada.

Al principio se mostró algo reacia, pero enseguida apartó trivialidades, y se desnudó.

Sentíase intrigada por aquellos mágicos momentos que antes nunca había experimentando. Las dos fueron acomodándose hasta quedar tumbadas en el suelo. María era recorrida por completo por la lengua de la empresaria, hasta que llegó al punto decisivo; lamiéndole el clítoris y tocando con gran delicadeza y sensualidad sus pechos, mientras María gemía de gusto y su excitación iba en aumento. Estaba tan caliente y tan cachonda que se soltó y comenzó con sus finos dedos, a acariciarle el pubis y sus labios, y con la otra mano, uno de los firmes pechos.

Nunca lo había hecho antes, pero le estaba gustando de manera inimaginable.


Después de una hora de sexo se vistieron, porque, además, habían escuchado el ruido de llegada del ascensor. Parecía que alguien iba al despacho. Y de manera tanto brusca, abrieron la puerta y apareció el novio de María, preocupado por el tiempo que llevaba en aquellas oficinas.


Tras unos segundos en aquel despacho, el novio olió aquella atmósfera de lujuria y primero a María y después a la empresaria, las desnudó.

Ellas aún estaban excitadas tras su "entrevista" y mientras se besaban, se colocaron a cuatro patas, con sus culos en dirección a él. En ese momento, empezó a penetrarlas con fuerza. Primero María, luego a la empresaria. Gritaban en susurros, con gemidos entrelazados -sí, dámelo, más, hasta adentro, del todo...- Las incitó a darse la vuelta, para follar sus coñitos húmedos, cada vez con más rapidez y con la polla a punto de explotar.

María, finalmente se corrió sobre su polla y la empresaria sobre la mano que tanto le frotaba el clítoris. Después, él, se corrió echando grandes chorros de semen sobre sus caras. Ellas, mutuamente, se chuparon la lefa que corría por sus rostros, sin desperdiciar ni una gota.

7 comentarios:

Yo dijo...

¿Y cuál es la moraleja? Es que sólo veo sexo en la historia :S

El churrero dijo...

¡Que horror!
Solo una mente enferma puede escribir semejantes obscenidades, es lo mas indecoroso que he leído en mi vida. Me siento defraudado pensaba que esto era un blog decente.

PARBA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
PARBA dijo...

¿Moraleja? ¿No serás de los que ven películas porno hasta el final para ver si se casa alguien?

¿Decencia? ¿¿?? Qué dices. ¿No serás de los que ven películas de contenido extremo y hace taparse los ojos pero enseguida entreabre los dedos..?

El churrero dijo...

¿Par,sabes si a la pobre chica le dieron el trabajo?

Me ha dado pena, podría pasarse por la churrería para una entrevista, necesitamos una chica.
Todavía me acuerdo del bueno de Al, el seguro que diría:
Y que vaya también el novio para que de de por el culo. jajajaja
que tiempos aquellos.

Teseo dijo...

¡¡¡Jajajajajajaja!!!

Muy bueno, Eugenia. Así se habla, qué cojones.

Yo dijo...

Ejjjj cierto, debería comentar Al :)
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