jueves, 27 de noviembre de 2008

En un hotel

¿En alguna ocasión nos hemos dado cuenta de lo raros de que son los hoteles? Cuando llegas te ayudan a subir las maletas a la habitación, pero cuando te vas no te las baja ni Dios.

Es curioso, cuando vas en el ascensor dices: Pero coño, como puede haber tantas fotos del comedor, joder. Pues por el mismo motivo, podría haber también en el comedor muchas fotos de ascensores, ¿no?.

Hay otra cosa que es muy rara. ¿Qué es lo de los cuadros? Dios mío, es patético. ¿Quién coño pinta los cuadros de las habitaciones? Pues tiene que ser la mujer del dueño, vamos, digo yo.
Tras meditarlo se llega a la conclusión de que en los hoteles solo se pueden hacer dos cosas, que son: O dormir o robar. No se han fijado que nos tratan como si fuéramos delincuentes, tu entras y lo primero que hacen es pedirte la documentación. Joder, ya estás fichado. A partir de ahí, te sientes tan vigilado que incluso tienes reparo en coger uno de los caramelos que hay en la cestita. ¿Es increíble, no? Tú estás pagando por dormir una noche en una habitación y coges el caramelo, así, jodido. Bueno, y si es de anís y no te gusta, pues te jodes.

Otro detalle en algunos hoteles es la llave, que hay que joderse como es, una cadena con un bolón de metal impresionante que lo coges y dices: Bueno, coño, o sea, mierda®, donde estoy, ¿en un hotel o en un gimnasio?.
Y cuando viene el botones y te dice: ¿Quiere usted que le ayude a subir el equipaje? y dices: No, ya llevo yo el equipaje, suba usted la llave.

Pero ellos se ponen al día, sí. Ahora vas y te dan una tarjeta de plástico y piensas, pues mejor que la cadena y la bola... Vale, cojonudo. Subes a la habitación, introduces la tarjeta y se abre la puerta pero no hay quien encienda la luz. Finalmente conseguimos dar con el interruptor o introducir la tarjeta en su sitio para que haya luz y te pones a inspeccionar. Si el hotel es de muchas estrellas, entras y dices: "¡A ver que hay!". Ilusionado. ¡A ver que hay! Pues, joder, hay hidro masaje, hay canal porno. Si no tiene muchas estrellas, pues dices: “A ver si hay...” A ver si hay aire acondicionado, hilo musical... Y si no tiene estrellas. Pues entras y dices: Dios mío, a ver si no hay cucarachas. A ver si no hay uñas cortadas encima de la almohada...

Bueno, inspeccionado ya todo, pues vas a ver que me puedo llevar, ¡hombre!. Me llevaré pues, la alfombrilla del lavabo, los ceniceros, las toallas. Pero el protagonista de la habitación es el albornoz. Bueno, eso es increíble. Incluso hay algunos que tienen hasta capucha como el que tenia Rocky. Dices: Bueno, éste cae seguro. Te acercas al albornoz, pero hay una nota al lado que dice: “Si quiere usted uno de nuestros albornoces, pues puedes ponerse en contacto con el recepcionista, son 60 euros. Vamos no me jodas. Ahora mismo bajo hombre, espérate un momento. Coges el albornoz y dices: “Serán chorizos, pues no me quieren cobrar por esto 60 euros”. Y cuando vas con él, todo dispuesto a soltarles esa frase, antes incluso de cerrar la puerta, te quedas quieto siendo observado por el resto de "habitantes" del hotel, y decides dejarlo nuevamente en su sitio. Te vas al armario para colocar la ropa y al abrirlo te encuentras una caja fuerte y lo primero que piensas es para que estará.

Bueno, te quedas pensando. Ahora voy a tomarme una copa, vas al minibar, lo abres, y entonces es cuando entiendes porqué está la caja fuerte. La caja fuerte está para meter los panchitos, el chocolate y el albornoz. Ahí te cabreas y dices: “A ver quien es más chorizo, hombre!”. Coges, pones el secador a toda leche, el agua, la bañera, el hilo musical, todas las luces, en fin, que te pones morao. Ahora se van a joder. Es más, incluso te tomas las copitas, y todo lo que hay en el minibar y rellenas ingenuamente con agua las botellitas. Te acuestas, pero, amigo mío! Ahí te tienen preparada la venganza, cabrones. La venganza del interruptor. Quieres descansar y resulta que para desconectar la luz de la mesita de noche, pues se enciende la de al lado. Encima estás jodido porqué estás solo. Vas a poner la otra y se enciende la del salón, pones no sé que y se enciende la del baño. Ya te cabreas tanto, y dices: “Mira, pensándolo bien, a mí me da igual joderme, voy a meter los dos dedos en el enchufe a ver si provoco un cortocircuito y lo jodo todo. Seguro que los interruptores también los ha diseñado la mujer del dueño del hotel. Pues se va a joder, que lo arregle ella. Lo que pasa es que luego, cuando bajas a recepción y te dan la cuenta, pues, te das cuenta de que has perdido la batalla.

10 comentarios:

Yo dijo...

¿Te ha dado ahora por los monólogos? Pues cuidao, que al Tributhor le ha dao ahora por tributar a monologueras en su blog...
Eso de los hoteles me obliga a recordar cuando ustedes se vinieron a Valencia :)

PARBA dijo...

¿Debería temer a Tributhor?

En muchos de los puntos del post recordaba la habitación del hotel en Valencia.

Yo dijo...

Sí, DEBERÍAS temerle.

Ya, la llave-tarjeta, las luces, etc... Ah, y la caja fuerte, creo que ahí dejamos el verde, ¿o no? Ya no me acuerdo, pero sigo teniendo de ello, ¡os invito!

Al Casetzer dijo...

mmmmm
¿a los dos?

PARBA dijo...

¿Nos invitas a los dos?.

Iremos a otro hotel.

Por cierto, si Tributhor es tan malo como su blog, pues sí, entonces le tengo miedo.

sindicalista dijo...

ja, ja, ja, eso te pasa por ir a los hoteles, te he dicho cienes y cienes de veces que no tienes que ir, si quires vete al ibis que el desayuno es mu bueno y barato y las habitaciones economicas.

llamame algun dia petarda, que ya sabes quien soy.

Yo dijo...

¡Coño, lo que dice el sindicalista!
Al Ibis yo fui un par de veces con un rollete que tuve, el Marín, un paleto de pueblo con verrugas que olía a cocido madrileño.
Qué malos recuerdos...

Unknown dijo...

Como decía Stewie en un capítulo de Padre de Familia, "es gracioso porque es cierto". Que pena que no se haga mención a las tazas "japanese style" que están invadiendo los hoteles españoles de nueva construcción, con el juego que dan.

PARBA dijo...

Sindicalista de mi vida, un finde que coincidamos de noche nos pegamos un "desayunaco" en el Ibis.
Te llamaré. BESAZOS.

PARBA dijo...

Jo, yo no he visto esas tazas y que razón tienes Julio.